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Ventana sábado, 17 de marzo de 2012

TEATRO BAJO LA LUPA

La cenicienta

DOS FIGURAS DEL TEATRO DOMINICANO INICIAN ESTA OBRA AL EXPONER SUS INQUIETUDES Y VISIONES SOBRE ESTE ARTE EN LA ISLA

  • La cenicienta
    Vida en teatro. Manuel Chapuseaux y Karina Noble, en diversas áreas de las artes dramáticas ofrecen el ejemplo de la experiencia.
  • La cenicienta
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Indhira Suero
Santo Domingo

Erase una vez en un lugar lejano, una cenicienta que tenía que hacer las camas, limpiar los vidrios, restregar los calderos y barrer las escaleras… Se abre el telón. La experiencia de cada uno sirve como la mejor carta de presentación para un público con ansias de que empiece la obra. Ella, directora de la Compañía Nacional de Teatro.

Él director y actor conforma con su esposa, Nives Santana, el dúo teatral del Teatro Gayumba.

Con opiniones certeras sobre el arte dramático en Quisqueya, ambos presentan una visión en común que da inicio a esta obra de la vida real: el teatro dominicano se ha convertido en la “Cenicienta” de las artes nacionales.

Primer acto
Justo en el proscenio o borde del escenario, Karina Noble considera que en los últimos 10 años la actividad teatral ha crecido en cantidad de movimientos, festivales, grupos de jóvenes y profesionales ya establecidos.

Otro aspecto que destaca la actriz, es el del incremento del teatro musical.

A pesar del crecimiento del arte dramático en República Dominicana, Noble asegura el apoyo que recibe esta área nunca es suficiente. “El teatro es la cenicienta porque tiene limitaciones que al mismo tiempo son su fortaleza.

El hecho de que a veces es para un público en especifico hace que los patrocinadores no vean el retorno de su publicidad, pero creo que pudieran apoyar más para que la gestión de los grupos a nivel de audiencia sea más exitosa”, afirma.

Sobre el papel de la mujer en el teatro dominicano, Noble destaca que tanto en la formación, la gestión y la creación, su género ha escalado puestos importantes.

“Son más proactivas dentro del teatro, son las que están presentes y siempre dispuestas.

Tenemos grandes actrices y dramaturgas importantes e igual directoras de gran valía”, enfatiza.

Segundo acto
Del otro lado del escenario, Manuel Chapuseaux asegura que el principal cambio que advierte en su profesión es el resurgir del teatro de grupo y el teatro popular, después de algunas décadas de reflujo en las que esta rama cedió su ímpetu a otras tendencias más individualistas o experimentales.

“Los jóvenes de nuestros pueblos y nuestros barrios están re-descubriendo el teatro como un medio de expresar sus inquietudes y los conflictos sociales que les afectan. Incluso, artistas profesionales ya establecidos cuyas exploraciones escénicas iban por otro camino, están incursionando en el teatro popular, lo que ha significado una paulatina revalorización de esta corriente escénica”, destaca.

Con una carrera en la que asegura ha tenido no pocos problemas y grandes satisfacciones, Chapuseaux considera que el apoyo al teatro nunca será suficiente. Llega a esta conclusión a pesar de que cree que ha habido aportes positivos desde el entorno oficial en los años recientes como la reapertura de Bellas Artes y la puesta en funcionamiento de la Sala Monina Solá en Villa Juana, la revitalización de la Compañía Nacional de Teatro, los festivales (nacional e internacional) y programas de extensión y formación como ‘Sembrando Teatro’.

“Faltan muchas cosas para llegar al nivel de otras sociedades en el apoyo a la actividad escénica: una política clara de manejo de las salas del Estado, subsidios a los grupos independientes con trayectoria comprobada, mayor impulso a la proyección internacional de nuestro teatro... en fin, que el apoyo oficial tiene todavía mucho campo para seguir creciendo”, dice.

Sobre sus colegas actores, Chapuseaux los define como muy buenos en sentido general: “Desde los maestros originales del viejo Teatro de Bellas Artes hasta las novísimas generaciones, el nivel de calidad de la actuación es uno de nustros puntos fuertes”.

Tercer acto
“La formación es lo más importante para cualquier profesional, porque aunque el talento parece a veces sobrepasarla, no es menos cierto que cuando eres completo tus posibilidades en el mercado laboral son más grandes y como artista el actor de teatro necesita una forma ción cultural integral para poder transmitir ese mundo interior”, aconseja Noble a los jóvenes que deseen incursionar en esta área.

Mientras que Chapuseaux, asegura que lo más determinante para un joven que deseen iniciar en el teatro se compone de persistir en su pasión, ser honestos consigo mismo y con su arte, adquirir conciencia de lo importante que es su labor, estudiar, prepararse y hacer teatro “con las uñas, con el alma, con lo que aparezca”.

La directora de la Compañía Nacional de Teatro, destaca que para el desarrollo de su profesión se necesitan varias cosas. La primera es que los medios ayuden a que cobre importancia.

“Si va un grupo de teatro no quede fuera del periódico porque le dieron el espacio al reggaetón, no tengo nada en contra de ese género, pero si los medios no apoyan, no va el público, y si no hay audiencia no se crea la cultura teatral”, enfatiza.

Otros aspectos que señala necesarios es que a nivel del gobierno se legisle a favor del teatro, con leyes que le beneficien, como cualquier otra rama de importancia para el desarrollo del país.

Y la constante formación de nuevos públicos, algo que visualiza como un reto, debido a que es un reto a traer a los jóvenes, sobre todo a los de barrio: “Hay que hacer del teatro una necesidad, no un lujo en el gusto del público”.

Ante el auge del cine en el país, se hace necesario preguntar a los expertos si ven su género bajo amenaza.

Chapuseaux ofrece una respuesta certera: “El teatro siempre tendrá su espacio, el cine es joven, el teatro nace con el hombre y nunca ha muerto, ni siquiera en esas sociedades donde se hace mucho cine y de alta calidad”.

Y como cualquier obra de teatro sobre cuentos de hadas, al final ambos llegan al mismo punto: el teatro comercial.

Para Noble ha sido notorio el auge de los musicales, que si bien “no tienen demasiado valor desde el punto de vista creativo” , sí representan un medio de trabajo para muchos artistas y un modo de poner en contacto al público que no tiene oportunidad de viajar al exterior con esas grandes producciones.

Mientras que Chapuseaux asegura que el teatro comercial existe y existirá “Lo que hay que saber que su único objetivo es llenar el bolsillo de quien está produciendo y ofrecer un divertimento sin mucho más que dejar en el sabor del espectador.

Se cierra el telón, hasta la próxima función.