¡Ah paisito este especial!

Desde los ojos de un extranjero se ve una islita ubicada según los versos exquisitos de Pedro Mir en el mismo trayecto del sol… Ángel lleva tan solo dos meses en el país y ya asegura que en esta isla hay mucha gente que vale la pena. Todavía se asombra por la calidez y simpatía de los dominicanos y busca, como un pirata un tesoro escondido, el secreto de nuestra felicidad. Ángel todavía es como un niño que no sabe nada y que sus padres envían a la escuela para aprender. (Directamente desde “Ezpaña”, con z baby, con z). Este ciudadano del mundo recorrió la ruta trazada por el almirante siglos atrás. Es que algunas veces los dominicanos somos ciegos y no queremos ver nuestras riquezas… ¿Qué concepción tiene un extranjero de nuestro país? ¿Acaso piensa que somos una isla de salvajes, que aquí no puede andar seguro en las calles, que nada de lo que hacemos sirve? ¿O tal vez cree que para poder progresar en la vida hay que largarse lo más rápido posible de este paisito que “no va pa parte”? ¿Quién le dirá a Ángel que nos vendemos la mayoría de las veces a bajo precio? ¿Quién será el valiente que se atreva a decir que esto debe parar, que el pesimismo que rodea a nuestra población no hace nada sino hundirnos en un mar de atraso? Ángel tiene un mapita que le indica donde queda cada punto de República Dominicana, calles, montañas, parques, todo eso está previsto en su itinerario, Ángel espera con ansias conocer un país del que se atreve a decir a boca llena que hay mucha gente que vale la pena…