DESDE LA ULTIMA BUTACA

Derzu Usala

Estamos frente a un filme que, para muchos, es el mejor del maestro japonés. Aquí el hombre no lucha contra la naturaleza, sino contra sí mismo. Lo hizo para advertir que el alma no está preparada para vivir fuera de su contexto y, si lo hace, tarde o temprano será obligada a retornar a su punto de partida, aunque con ello adquiera un pasaporte directo a su propia destrucción. Akira Kurosawa llevó al lenguaje visual los cuadernos de viaje del científico y explorador ruso Vladimir Arseniev (1902-1907), en un remake de la cinta de Agasi Babayan (1961). Y transformó aquellas incursiones por la taiga siberiana en un testimonio de amistad y perseverancia. El personaje de Dersú Usala, nómada, de aspecto simiesco y piernas arqueadas, perteneciente al pueblo nanai, antiguamente conocido como “golds” fue el protagonista de ambas versiones. Pero en el caso de Kurosawa, el personaje recoge la esencia de la condición humana. Es un ser no instruido, que desconoce el valor material de las cosas, pero derrocha maestría para sobrevivir en medio de aquellas estepas, donde los árboles y la naturaleza salvaje están por encima del bien y el mal. Los personajes de Kurosawa nos hablan casi sin palabras. Con la acostumbrada parsimonia rítmica del cine japonés, el guión atrapa desde que el nómada sale a escena, y sube en espiral hasta el mismo desenlace. A la historia en sí se le une un ambiente natural recreado por un lente que sabe transformarse ante los ojos del espectador por la realidad que reproduce. Rodada en 70 milímetros y casi en su totalidad en exteriores, una buena parte de “Derzu Usala” está elabora en los largos planos con “travellings” y panorámicas para convertir la naturaleza en otro actor que se alterna con los protagonistas en planos más cortos que dan a la proyección el dinamismo apropiado. Todo ello se redondea con un excelente trabajo de la pareja de actores, principalmente de Maksim Munzuk, cuyo parlamento inicial es antológico: “¡No disparen, soy gente!” Kurosawa elimina el uso de varias cámaras y centra el zoom en visiones panorámicas; mientras que en la postproducción se esforzó en repetir el mismo espacio desde diversos ángulos para dar el aspecto de composición fragmentada. De esta forma, se introduce en el lenguaje de la narración elíptica sin ningún tipo de barroquismo con diálogos breves, concisos y lacónicos, junto a las enseñanzas animistas de un nómada cuyo valor principal como persona es la humildad. Este es un filme que va más allá del cine; lo que busca es hacer pensar y ofrecer dentro del relato visual otra forma de entender y de asumir la vida, y el mundo que nos rodea. Ficha Técnica: País: Japón. Año: 1975. Director: Akira Kurosawa. Duración: 141 min. Reparto: Maksim Muzuk, Yuri Solomin, Svetlana Danilchenko y Dima Kortisev. Premios: Oscar a la mejor cinta extranjera (1975). Sinopsis: El capitán Vladimir Arseniev debe elaborar informes geológicos sobre los bosques de la taiga siberiana y recorre esa zona en compañía de un pequeño grupo de soldados. Condenado a vagar por tierra salvaje, Vladimir se encuentra con un cazador nómada, que conoce la zona a la perfección y quien lo enseñará a sobrevivir en condiciones difíciles. A su vez, aprenderá una lección que no olvidará en el resto de su vida.

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