Ciudades

Alianza banileja, al rescate de la cultura

La entidad que preside tiene como objetivo fundamental transmitir la cultura y valores como el trabajo, la honestidad, el servicio, la solidaridad y el respeto a las nuevas generaciones de banilejos.

Es una lluviosa mañana de verano, parece avecinarse una tormenta. Nos albergamos en la Catedral Nuestra Señora de Regla. Allí, su calidez nos da la bienvenida y nos adentra en su historia. Admirados por su belleza, nuestra vista se perdió. Esperábamos también al historiador, al amigo, al incansable gestor cultural que ha contribuido a elevar el clima cultural de la ciudad. Despertamos al verle llegar. Su caminar sosegado y su talante discreto armonizan perfectamente con su grácil postura. Nos recibe con la cordialidad y simpatía que caracteriza a los banilejos, como si nos conociera de siempre. Conversa con nosotros con mesurado entusiasmo. Tiene tantas cosas que enseñarnos, desea mostrar lo mejor de su pueblo, su gente, sus costumbres, historia y tradiciones. A través de sus palabras nos percatamos del apego que siente por sus raíces. No se cansó de mostrarnos las bellezas y virtudes de su tierra. Nos llevaba de un lugar a otro, quería que disfrutáramos de cada rinconcito de aquella venturosa tierra. Con sus múltiples conocimientos y vivencias enriqueció nuestra estadía en aquel lugar. José Miguel Germán, orgulloso banilejo, amante de la lectura y las expresiones culturales, director de la Alianza banileja. Comparte sus sueños y esperanzas proyectadas a través de esta sociedad y mantiene las esperanzas en un brillante porvenir. ¿Cómo nace la Alianza Banileja?Los banilejos nos caracterizamos porque amamos nuestro pueblo. Mi generación vivió en una época muy difícil, debido a la falta de empleo muchos tuvimos que emigrar a Santo Domingo. Me desplacé a la capital y luego de 20 años fuera de mi pueblo cuando regresé sentí que me faltaba algo. Entonces noté que la nueva generación no tenía ningún tipo de relación con mi generación. Al llegar, esta ciudad no tenía con quien relacionarme ni conversar. Entonces comencé a contactar a los hijos de mis amigos. Noté que ellos también tenían el deseo reforzar la cultura local, que se había perdido, pues en mi juventud, nos reuníamos a leer poesía, asistíamos a conferencias de manera voluntaria, realizamos polémicas de política y temas sociales. Como no vi esa clase de cosas cuando regresé en 1990, hice una lista de personas, y comencé a visitarlos: jóvenes y personas muy escuchadas y prestigiosas en la comunidad; junto a ellos formé la Alianza banileja. ¿Qué labores específicas realiza la entidad?Editamos libros, llevamos conferencias a los estudiantes de educación media, realizamos talleres y conversatorios. Organizamos puesta en circulación de libros y toda clase de actividades culturales que transmitan esos valores característicos de la sociedad banileja. ¿Pudiera referirse a algunas actividades recientes?Con el Archivo Cultural de La Nación, la Alianza Banileja organizó la puesta en circulación de siete tomos con los escritos de Hipólito y Gollito Billini, preparados por el investigador Andrés Blanco Díaz. Fueron dos actos memorables. Más de doscientos banilejos, sobre todo jóvenes, asistieron a ambos actos donde el Archivo hizo una donación de estas obras para las escuelas y bibliotecas locales. ¿De donde surge el famoso convite banilejo?En un momento me encontraba en Santo Domingo con algunos amigos quienes me comunicaban que no visitaban la provincia porque ya no conocía a nadie y no tenia con quien compartir. Entonces convoqué vía telefónica a mis amigos en la Biblioteca Nacional, alrededor de 20 ó 30 banilejos de mi generación y más de 120 banilejos en total asistieron a ese encuentro. Allí reunidos decidimos realizar otro encuentro con los banilejos que en ese entonces vivían en Bani y los que estaban asentados en Santo Domingo. Comenzamos a hacer la gestiones y nos percatamos que Santo Domingo no había un lugar donde agrupar a todas las personas que habían confirmado su asistencia. Decidimos reunirnos en el parque Mirador Sur. Como hoy puedo recordar aquel primer “Convite banilejo”. En esa celebración llevamos parte de la cultura banileja: los chuineros, los dulces, la banda de música. Con esta tuvimos una experiencia inolvidable, pues mientras tocaban danzas personas de avanzada edad se animaron a bailar. Todo el mundo bailando y llorando porque ese espíritu se había perdido. Luego de esa primera reunión todo el mundo quedó encantado y decidimos realizar encuentros como ese cada año. Cada año nos juntamos, permitimos que las empresas pongan sus stand y nos pagan por eso, con ese dinero realizamos labores en la comunidad. ¿Qué rasgos de Baní llaman más la atención del visitante?Baní posee una de las historias más ricas del país. Desde el legado de Máximo Gómez, hasta el Centro Cultural Perelló, actualmente en proceso de construcción y que será, en breve, una institución de prestigio internacional, que seguirá los pasos a su hermana, el Centro León de Santiago de los Caballeros. Aquí todavía se fabrican dulces como lo hacían los taínos en hornos de piedra. Y dicho sea de paso, los dulces banilejos son los mejores del país. De Baní son los chuineros, gloria cultural de la Nación que se re resisten a morir. Nuestras Dunas deben ser declaradas Patrimonio Nacional porque en el Caribe Insular no existe otro sitio como ese. Ni qué decir de los grandes hombres que han salido de este laborioso pueblo y que hoy son paradigmas de nuestra cultura y de nuestra vida nacional. Te puedo poner como ejemplo a nuestro ex presidente Francisco Gregorio Billini, conocido por su inmaculado paso por el poder del cual dejó como legado un uso ejemplar de los fondos públicos. Es muy conocida su anécdota que, al siguiente día de su salida del poder, fue a visitar a un conocido prestamista banilejo para que le prestara unos pesos para poder sobrevivir. Además, tenemos las mujeres más bellas y laboriosas del país, barren el frente de sus casas todas las mañanitas, y por eso por décadas Baní es reconocida como la ciudad más limpia del país.

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