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Periodistas: impulsores de grandes historias

Detrás de la publicación de las historias que realiza Listín Diario, que mejoran las condiciones de vida de los ciudadanos, y que cambian o transforman algún aspecto de la sociedad dominicana, está la entrega y vocación de sus redactores. Cuando se tiene una vena periodística no solo se quiere contar un hecho noticioso del día a día, sino que dentro de todas las noticias trágicas que se pueden encontrar, se busca a través de los escritos hacer llegar una ayuda solidaria, sea particular o general, pero sentir que la labor no es solo de dar información. Doris Pantaleón y Helenny Amparo han entendido que su profesión va más allá del diarismo popular. Salirse de este esquema para tocar el punto más sensible de autoridades y personas, es una tarea por la que ellos entienden vale la pena cada letra digitada.

Tratamiento con cáncer para niños

Cerca del año 2000, en el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) no existía la cobertura para tratar el cáncer, en especial, de la sangre para los niños. En una pequeña sala del Hospital Infantil Robert Reid Cabral se les veía morir retorcidos de dolor junto a sus madres, quienes les daban acompañamiento mientras se ahogaban en el llanto y la desesperación, ante la imposibilidad de proveer el anhelado remedio para estabilizar y devolver la salud a sus retoños.

Es en ese momento cuando Doris Pantaleón, periodista especializada en temas de salud, se embarca en una lucha para que a estos niños se les atienda con la dignidad que merecen, y logra que se incluya en el SDSS la cobertura para el tratamiento de cáncer para los infantes. “Le hice un reportaje a un niño con cáncer en el sector El Valiente. Lo recuerdo como ahora… hice ese escrito para que la madre pudiera comprarle algunas de las medicinas y cubrir la atención médica. Era un niño de un año y medio, correteaba, era gordito y bonito… ¡y sí! se lograron algunas ayudas”, rememora Doris de la historia que sirvió de antesala de todos los trabajos periodísticos en base a esa problemática.

Pasado un tiempo de esa historia, un día regresó al hospital y se encontró con un panorama dantesco cargado de un sinnúmero de escenas de dolor de madres con niños con cáncer ingresados, sufriendo a falta de cobertura médica, y en específico, se topó con aquel niño de la localidad El Valiente, que meses atrás correteaba. “Lo reconocí porque la madre me recordó y me dijo: ¡Usted es la periodista que le hizo el trabajo a mi hijo!”, cuenta Doris, “luego, ella me lleva a verlo, y era un niño consumido en una cunita, con la cabecita grande y decía: “¡Mami, Ay mami!”. A mí se me partió el alma y yo empecé a llorar desde el mismo momento en que lo vi”, agrega.

Mientras escribía la historia, Doris cuenta que lloraba. Su reportaje, incluso, fue colocado como el principal del siguiente día. “A partir de ahí, todas las madres se reunían conmigo para contarme de las dolencias de esos niños y lo atacamos”, comenta, “el Gobierno, que, en ese entonces, era presidido por Hipólito Mejía, puso la mirada y se empezaron a cubrir tratamientos para niños en el hospital. Surgieron, también, fundaciones e instituciones que se unieron a la causa”, añade. Doris asegura que fue una experiencia que “me hizo ver muchísimo más el compromiso que tenía como periodista de la salud, de ayudar aliviar los corazones de hombres, mujeres y niños aquejados”.

Cambiando una vida todos los días

Helenny Amparo, periodista de la nueva generación, en sus casi dos años de ejercicio periodístico, ha logrado cambiar la vida de muchos dominicanos a través de sus escritos, con historias, que, confiesa “no salió a buscar”, sino que las encontró en su día a día como reportera del decano de la prensa. La historia de doña Dinorah Marte es uno de esos escritos de esta joven redactora que al leerlos le arrugan el corazón a cualquiera, pero que luego, con el resultado post publicación provocan saltos de emoción y alegría. “Tú poder cambiar un sistema es un logro enorme, pero no deja de ser un logro enorme tú poder cambiar la vida de una sola persona, y creo que es igual de valioso”, expresa Helenny.

Dinorah daba viajes todos los días desde la comunidad La Malena, en la Autopista del Este, hasta el Centro Cardio-Neuro Oftalmológico y Trasplante (Cecanot), a ver a su hijo afectado de Covid-19. No podía trabajar y el único dinero que reunía era el del pasaje para venir a ver a su hijo. La historia de esta mujer tocó el corazón de los dominicanos, quienes se solidarizaron no solamente con su pasaje y sus alimentos, sino también con el tratamiento del muchacho, porque estaba en una situación donde había que colocarle un medicamento de alto costo. “Ya en el hospital, cuidaban a su hijo y la cuidaban a ella. Siempre estaban muy pendientes”, reseña Helenny.

“Después de tú toparte con la primera ya tú aprendes, en el sentido periodístico, a identificarlas, y es también un compromiso que se va consolidando cada vez más, porque sientes la responsabilidad de poder ayudar a la gente y porque tú tienes los medios también, es decir, tú tienes la pluma para ayudarlo y no te toma más de 20 minutos hacer una historia que puede cambiar la vida de una persona por mucho tiempo”, puntualiza.

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