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Compromiso. En cada una de las historias que realiza Listín Diario, está plasmada la entrega, en cuerpo y alma, de sus redactores.

Los rostros detrás de las noticias

A lo largo del tiempo, muchos periodistas han empuñado su pluma y ofrendado sus voces e ideas para luchar por aquellos que se han quedado sumidos en la desesperanza, el pesimismo, que no ven un rayito de luz y con la voz quebrantada, pero también para velar por el avance de la nación y proteger a la patria.

El ejemplo, de unos corazones llenos de amor y servicio desmedido por la ciudadanía dominicana, sentimientos que tratan de plasmar en sus escritos, son los periodistas Juan Salazar y Tomás Aquino Méndez, quienes con sus trabajos periodísticos, más allá de llevar los acontecimientos y reportar la verdad sobre lo que pasa día a día en el país, se han enfocado en hacer un periodismo comprometido con las mejores causas.

Construcción de la presa Monte Grande Cuando la presa de Monte Grande era apenas un plan, en el Gobierno de Salvador Jorge Blanco (1982-1986), el periodista Tomás Aquino Méndez tomó su pluma y con una visión determinada retrató la necesidad que tenían los pobladores de la región sur ante las crecidas del río Yaque del Sur en temporada ciclónica, que con sus inundaciones se llevaba todo a su paso, y el suministro de agua para riego de cultivos en más de 350,000 tareas.

Fueron constantes las denuncias de Aquino, tanto que, en el tercer de los mandatos del expresidente Leonel Fernández (2008-2012), se inició la anhelada construcción de la estructura hidráulica, el 20 de julio de 2009, con la firma del contrato entre el Gobierno, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), la empresa brasileña Andrade Gutiérrez y la compañía dominicana Servinca.

“Es una gran satisfacción lo que uno siente como periodista que se haya iniciado el proyecto. Honestamente, he sentido cierta frustración con el paso del tiempo por la indiferencia con la que los gobiernos han tratado el proyecto, que uno lo ve tan trascendental e importante para tantas vidas, para el desarrollo de una región, eso hace que uno baje la guardia”, manifiesta Aquino, al tiempo de precisar que en ese momento, la obra no fue concluida por dificultades por parte de la empresa constructora, y que de ahí en adelante fueron muchos los acontecimientos que ocurrieron, llegando, incluso, a encontrarse en la actualidad solo en un 70 porciento de su total construcción.

Aquino rememora que los trabajos fueron retomados el 3 de abril de 2013 cuando el Gobierno, presidido por el expresidente Danilo Medina, pidió un préstamo puente del Banco de Reservas por un valor de US$40 millones a través del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), mientras el Congreso Nacional aprobaba un crédito internacional. No obstante, la construcción se paralizó nuevamente en virtud de que el empréstito convenido el 25 de junio de 2013 con el Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES) fue suspendido por escándalos de corrupción.

“Cuando Danilo se fue la obra estaba en un 61 porciento construida, en 2020. Luego llegó el Gobierno de Luis Abinader y continuaron el proyecto. Para febrero de 2020 se avanzó un 3 porciento y llegó como a 63 porciento. Ahí surgió el tema de los campesinos, quienes en el terreno donde se iba construir la obra estaban ellos, entonces había que reubicarlos”, relata Aquino, “la obra debe estar en un 70%. No ha avanzado al ritmo que uno espera que avance, pero ya por lo menos está el centro poblado, lugar donde van reubicados, está prácticamente listo”, añade. Es su deseo que a través de sus escritos se pueda concluir esta presa que contituye un avance para esta región.

Atención para los enfermos mentales

No solo fue a las calles a ver cómo era el día a día de los enfermos mentales deambulantes, sino que también se pasó una semana en el hospital psiquiátrico, que en la actualidad es un Centro de Rehabilitación Psicosocial, ubicado en el kilómetro 28 de la autopista Duarte, para compartir durante toda una semana con los usuarios que allí recibían tratamiento y se sometió a una preparación de varios meses para parecerse lo más fiel posible a uno de ellos.

En el año 2017, el periodista Juan Salazar trascendió los límites de su propia piel para ver la realidad que vivían los enfermos mentales en las calles del país y con una serie de reportajes propició un cambio de mentalidad en la población sobre el trato a estas personas que gritaban por ayuda.

“Siempre a ese segmento de la población lo veían con ese estigma de rechazo, con desprecio. De hecho, un psiquiatra que entrevisté para una de las entregas me lo definió como la cara fea y el vómito final de la sociedad… de una manera cruda, porque eso era lo que percibía. Yo siento que a partir de ahí, de esa serie de reportajes, cambió la mentalidad de la población hacia los enfermos mentales. Como periodista uno siente una gran satisfacción cuando uno logra ese aporte, ese cambio de actitud… La gente comenzó a verlos de otra manera e incluso, eso posibilitó que muchas enfermos deambulantes fueran recogidos de las calles”, cuenta Salazar.

“Me cambió la vida”, expresa con una sonrisa.

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