ESPIRITUALIDAD.

¿Qué hacer con tantos problemas?

Cuando estaba a punto de comenzar a escribir este mensaje, abriendo el navegador de Internet, me encontré con la siguiente frase de B. C. Forbes: “La historia ha demostrado que los más notables ganadores usualmente encontraron grandes obstáculos (problemas) antes de que ellos triunfaran. Ellos triunfaron porque se rehusaron a rendirse ante sus fracasos”. Con demasiada frecuencia solemos pensar que las personas que han alcanzado grandes logros son personas que no tienen problemas. Todos tenemos problemas. La diferencia está en cómo los manejamos. Cada uno de nosotros tiene que enfrentar cada día una enorme cantidad de problemas. Todos los tenemos: el rico, el pobre; el blanco, el negro; el que estudió, el que no pudo estudiar; el casado, el soltero; el que tiene hijos, el que no los tiene; el dueño de la industria, el empleado. El problema no son los problemas; el problema es ¿qué hacemos con ellos? La verdad es que cada día tenemos que resolver una gran cantidad de problemas pero no podemos permitir que los problemas se conviertan en una obsesión que nos robe el derecho de vivir. Si todo lo que hace es entrar en pánico ante cada problema que se le presente, pronto se encontrará como aquel granjero que dijo: “Lo más difícil de ordeñar vacas, es que nunca quedan ordeñadas”. Los problemas nunca paran. Es por eso que le recomiendo que dirija sus mayores esfuerzos a fortalecerse interiormente. La talla o el tamaño de la persona siempre será más importante que la talla del problema. El reaccionar equivocadamente ante un problema es lo que lo convierte en un verdadero problema. La realidad es que es más importante lo que sucede en usted, que lo que le sucede a usted. Creo que por esta razón Jesús afirmó: “Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada” (Juan 15, 5). Cuando estamos cerca de Jesús y de su Palabra, estamos cada día recibiendo dirección y fortaleza para enfrentar cada uno de los obstáculos que se nos presenten. Quizás en este momento usted esté enfrentando serias circunstancias en la que deberá tomar importantes decisiones en su trabajo, en su hogar, en sus relaciones personales, pero sepa esto: Dios mismo le enseñará el camino a seguir y le dirigirá en cada paso que tenga que dar. Él está observando cada paso suyo para darle la advertencia o la señal para que triunfe. No importa lo difícil que parezcan las cosas, Dios tiene su ojo puesto en usted. La Sagrada Escritura es muy clara al decir: “separados de mí no pueden ustedes hacer nada”. Si esto que dijo Jesús es cierto, entonces tiene que cumplirse al revés: “unidos a mí ustedes pueden lograrlo todo”. Es por esta razón que escribo en cada edición de esta revista esta página, porque estoy convencido que no hay problema demasiado grande en su vida que mi Señor Jesucristo no pueda ayudarle a superarlo. Su vida tiene que mejorar. Los problemas no pueden tenerle derrumbado(a) y detenido(a) por más tiempo. Entiéndame bien. Sus problemas no son tan grandes como parecen, lo que sucede es que usted está débil interiormente y no tiene en su corazón los recursos para enfrentarlos y vencerlos. Como dijo John E. Hunter: “Una situación solamente se convierte en problema cuando uno NO tiene suficientes recursos para enfrentarla”. Este es el tiempo de crecerse ante los problemas y no de derrumbarse ante ellos. Dios estará con usted en el proceso. Muchas veces permitirá fracasos y pérdidas en nuestro camino porque Él sabe que es la única manera que tenemos de crecer. Él desea ver en nuestro interior un carácter maduro y firme. La mayoría de las veces nuestro crecimiento se desarrolla durante circunstancias que parecen inciertas, pero recuerde que todo obrará para el bien de aquellos que aman a Dios. Tal vez no pueda conocer la solución inmediatamente, pero unido(a) a Jesús tendrá la seguridad que la decisión que tomará será la correcta y lo más importante, durante el proceso, será bendecido(a) con paz, aquella que nada ni nadie le podrá arrebatar. Con amor, Saulo HidalgoPrepárese para recibir una gran bendición para su vida. En el nuevo libro de Saulo Hidalgo, “Del pozo al palacio”, usted aprenderá cómo adaptarse a los cambios, superar el pasado y desarrollar el máximo de su potencial. En este momento estamos remodelando nuestra página web www.levantateyanda.org, En pocos días tendremos excelentes herramientas para ayudarle a conquistar una vida mejor en Jesucristo. 809-330-6633; 809-747-9710.

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