“Mi vocación es el amor”

Esta es una célebre frase de la Santa Teresita del Niño Jesús, cuya fiesta celebramos el primero de octubre. Santa Teresa de Lisieux, mejor conocida como Santa Teresita del Niño Jesús, fue nombrada la Patrona de las Misiones. Tiene frases increíbles.

Me gustaría compartirlas con ustedes:

“Comprendí que el amor encerraba en sí todas las vocaciones, que el amor lo era todo. Entonces al borde de mi alegría, delirante, exclamé: ‘Jesús, Amor Mío…”. Al fin he encontrado mi vocación”.

Mi suegro era muy devoto de Santa Teresita. En una de sus gravedades, él dice que la vio a los pies de su cama y al día siguiente ya le había pasado la gravedad. Él iba todos los domingos a la iglesia de Nuestra Señora de la Altagracia que está en la calle Mercedes, esquina Hostos y le daba las gracias por su sanación. Mi esposo siempre me lo recordaba porque a veces también lo acompañaba, siendo todavía pequeño.

En esa iglesia hay un altar con Santa Teresita. El Papa Pío XI la canonizó en 1925 y en 1928 la declaró Patrona Universal de las Misiones. En 1997 el Papa San Juan Pablo II la declaró Doctora de la Iglesia.

Santa Teresa de Lisieux, sin salir de su Carmelo, mediante su oración contemplativa y la correspondencia mantenida con sacerdotes, vivió a su manera un auténtico espíritu misionero, acompañando a cada uno en su servicio al Evangelio y dando al mundo un nuevo camino espiritual.