Dosis de verdades para avanzar en el camino de la vida

El camino menos pensado es aquel que nos ayuda a crecer. Hay personas que se molestan cuando les hablamos sin anestesia, cuando somos totalmente honestos, cuando hablamos desde una parte del corazón que nos permite ser directos, humanos y, sobre todo, verdaderos.

Del mismo modo, hay personas que sin delicadeza muestran lo que nos hace sombra, aquellas partes crueles y menos simpáticas de nosotros que es, en suma, lo que de verdad somos. Lejos de enojarnos, deberíamos agradecer que nos permiten crecer y avanzar. Aquellos que nos mienten, que nos ocupan de saco de papas, nos engañan y nos hacen daño, por omisión o silencio, al no dejarnos vernos tal y como somos. A veces necesitamos una dosis de verdad de aquella que duele, que nos recuerde lo que en realidad somos, no la percepción hermosa de lo que creemos ser; quien nos quiere de verdad nos deja ver sin adornos las partes menos bellas de nosotros mismos. Si alguien nos dice cosas que nos molestan, hay algo que aprender, algo por asumir, algo por madurar y, sobre todo, por crecer como seres humanos.