Retribuir para ganar recompensas

“Seamos el cambio que queremos ver en el mundo”. -Mahatma Gandhi

La vida se hace hermosa dependiendo de dónde ponemos la mirada, la relación que tenemos con nosotros mismos y la elección de quienes nos acompañan. Los cambios que deseamos ver los generaremos nosotros mismos con nuestra consciencia, nuestra inspiración a través de nuestras acciones. ¿Te quejas de la deshumanización de la gente?, y te pregunto: ¿cómo va tu aporte personal a esa causa? ¿Cómo va tu siembra? ¿Esperas que te amen cuando tú das con timidez, temor de perder o rechazo? ¿Esperas una buena propina o retribución cuando no eres capaz de dar un buen servicio, a veces ni siquiera una sonrisa?

¿Qué tanto respetas tú el trabajo, el esfuerzo, de los que te sirven en la casa, en el restaurante o en el hospital? ¿Regateas a la hora de retribuir? ¿Piensas que saliste ganando porque te aprovechaste? ¿Dónde te ubicas, te ves como miserable o como Señor? ¿Ignoras que lo que das te lo das a ti? ¿Quién eres, qué lugar ocupas en tu propia vida? Todo lo que nos circunda es un reflejo, consecuencia, de lo que ofrecemos. Vamos labrando nuestra historia a través de nuestras decisiones. Todos deseamos ser valorados. El amor es Dios, la clave.