Junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús

Un corazón incomparablemente humano e infinitamente divino. “Desde el punto de vista bíblico el corazón es un órgano que no solo siente; también sabe y entiende.

Se refiere a toda la persona humana, a todo su interior y no únicamente a un órgano físico. La Ley de Dios es recibida en el corazón. El amor humano, el amor temporal, cuando es verdadero, nos permite necesariamente saborear el amor divino.” (tomado de Rayo de Luz)

“La fe en el Sagrado Corazón de Jesús es la más sublime y la más provechosa de las devociones. Los apóstoles, inculcando el amor a Jesús, comenzaron esta devoción y la propagaron por todos los lugares por donde iban evangelizando.

De igual modo, también los Padres de la Iglesia la nutrieron con especial afecto. Y los santos, tales como: San Bernardo o Santa Gertrudis, se extasiaron en la adoración del Sagrado Corazón de Jesús.” (ídem)

Se ha de reconocer, igualmente, que en ningún otro tiempo la devoción al Sagrado Corazón de Jesús se extendió tanto como bajo el pontificado del gran León XIII. Desde el inicio de su pontificado se dedicó a difundir esta devoción.

Otro que concedió un lugar especialísimo al Corazón de Jesús, fue San Francisco de Sales. La beata Margarita María de Alacoque decía de él: “Mientras el beato vivía en este mundo, hacía su descanso en el Corazón de Jesús, donde no podía ser interrumpido ni por las mayores ocupaciones.