La recreación exterior disminuye los niveles de estrés

Un estudio publicado en el Journal of Positive Psychology descubrió que el sentimiento de felicidad se encuentra en el registro de recuerdos y experiencias espléndidas, cuya máxima expresión son los viajes. El turismo cumple en gran proporción con la pirámide de las necesidades humanas del destacado psicólogo humanista estadounidense Maslow, cuya base, las necesidades fisiológicas, incluyen alimentación, techo, sexo, descanso. Además, escalonadamente, la necesidad de seguridad, de amor y pertenencia, de estima y de autorrealización.

Los viajes como recreación en el exterior generan beneficios psicológicos que favorecen nuestra calidad de vida, por el contrario, el encierro aumenta el agobio y la ansiedad provocando en nosotros, seres de naturaleza aventurera, trashumante y exploradores, ávidos de experiencias divertidas y agradables, salgamos en búsqueda de escenas memorables que deseamos llevarnos a la eternidad. Mucha gente ahora pondera invertir en momentos con las personas que aman, y en lugares placenteros. La recreación y ejercitarse al aire libre no sólo significan felicidad, contribuyen a la salud física; disminuyendo los ejercicios factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y psíquicas. El esparcimiento eleva la autoconfianza, la autoestima, la creatividad, y reduce los niveles de estrés, lo que se traduce en productividad laboral y bienestar.