¿QUIÉN EDUCA AL PUEBLO?
Da a tu siervo un corazón docil
Y Al Señor le agradó que Salomón le hubiera pedido aquello, y Dios le dijo: ”Por haber pedido esto y no haber pedido para ti vida larga ni riquezas ni la vida de tus enemigos, sino que pediste discernimiento para escuchar y gobernar, te cumplo tu petición: te doy un corazón sabio e inteligente, como no lo ha habido antes ni lo habrá después de ti”.
Estas lecturas de este domingo XVII del Tiempo Ordinario, no nos hablan de riquezas ni afanes de la vida, sino de ser conocedor de la Palabra del Señor, y de su misericordia, “que tu bondad me consuele, según la promesa hecha a tu siervo; cuando me alcance tu compasión, viviré, y mis delicias serán tu voluntad… Yo amo tus mandatos más que el oro purísimo; por eso aprecio tus decretos y detesto el camino de la mentira..Tus preceptos son admirables, por eso los guarda mi alma; la explicación de tus palabras ilumina, da inteligencia a los ignorantes”.
Y qué decir de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos, en el capítulo 8: “Hermanos sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien; a los que ha llamado conforme a su designio. A los que había escogido Dios los predestinó a ser imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito de muchos hermanos. A los que predestinó, los llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los glorificó”.
En el Evangelio, el Señor presenta a la gente lo que es el Reino de los Cielos y a qué se parece.