SENDEROS
Fábula: Perdidos en la selva
Necesitamos seres más empáticos, sabios, con inteligencia emocional y una certeza derivada del saber. ISTOCK
Cuenta una fábula: Un cazador se perdió en el bosque. Durante días no pudo encontrar a nadie que le indicara cómo llegar a su destino, de hecho, se encontraba solo. Inmerso en el pánico, y amenazado por animales salvajes, serpientes, leones, no podía dormir, trepado en un árbol, hambriento, sediento y angustiado. Al cuarto día divisó a un hombre en unos arbustos, y emocionado lo alcanzó. Ambos profundamente felices de encontrarse saltaron, se abrazaron, besaron y, la felicidad duró hasta que descubrieron que los dos estaban perdidos. Los dos creyeron encontrar quién le indicaría la salida.
La situación resulta infausta, aún peor cuando alguien cree saber el camino y otros que, carente de formación en un pensamiento crítico, salen despavoridos a seguirlo evidenciando escaso sentido común y lógica. Personas asumen liderazgos con buena o no tan buena intención, y conducen a personas irreflexivas por el derrocadero.
Las circunstancias actuales evidencian una debilidad en los procesos de la gente tomar decisiones asertivas. Muchos reposan en la comodidad de no pensar, discernir, estudiar, prefieren permitir sean otros los que conduzcan su destino