SENDEROS
Aprender a ser empáticos para evadir la burla
La burla dice más del interior de la persona que la hace que de quien la recibe. ISTOCK
¿Por qué hay personas que disfrutan burlándose de los demás? Porque, por lo general, es una forma de escape de sus propias limitaciones.
La burla es un reflejo de muchas situaciones internas y dice más del interior del que la hace que del que la recibe. Vemos personas que ante sus deseos frustrados, ante la envidia, ante las más íntimas frustraciones eligen la burla, que puede ser además un disfraz de admiración, pues muchas veces no pueden asumirla ni aceptarla y ocupan ese fatídico recurso para esconder lo que realmente sienten.
La burla es muchas veces parte integral de lo que en la modernidad llamamos “bullying” (que sería molestar de forma descarnada), así que esta se convierte en un elemento indeseado en estos tristes escenarios.
El humor negro y la sátira no desean el mal de nadie, sino puntualizar elementos que deben retomar alguna crítica más elaborada.
La burla es una triste realidad desde el jardín de infantes hasta la adultez; el que la ocupa no sabe lo duro que es para quien la recibe; tantas veces es innecesaria.
Si aprendemos a ser empáticos y tolerantes, no hay burla que pueda afectar a nadie.