Oración modelo

“Padre, santificado sea tu nombre, vengatu reino, danos cada día nuestro pan, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación”.

Esta es la única oración que Jesús enseñó a sus discípulos y pienso cada vez que la rezo que es una gran oración para nuestro crecimiento espiritual. Y mucho más en este domingo Día de los Padres.

Ante todo, porque nos enseña que debemos santificar primero el nombre de Dios, y lo demás se nos dará por añadidura. Primero Dios antes de hacer cualquier cosa. Aunque lo más difícil de esta oración es que debemos perdonar a los demás, lo que lo da por sentado. Cuando pedimos que no nos deje caer en tentación es porque Él reconoce que somos débiles y debemos pedirlo constantemente.

El mundo de hoy nos distrae para que nos apartemos del buen camino y solo podremos lograrlo orando, ayunando y pidiendo a Dios que nos ayude.

No debemos cansarnos de pedir al Señor. Si las personas que no son buenas saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?