SENDEROS
Sonríe, escribe y sana…
Etiquetar tus emociones y colocarlas en una historia genera un efecto positivo y ayuda a que el dolor cese. ISTOCK
Desde Galeno, Platón, Sócrates e Hipócrates exponían la conexión mente-cuerpo, asistían en la evolución de la enfermedad, trataban al individuo integralmente. Numerosas teorías del siglo IXX son evidenciadas ahora, por la psiconeuroinmunología (PNI), estudia la interacción entre los procesos psíquicos, las relaciones bidireccionales entre la conducta, el cerebro, el sistema inmune (Ader, Felten y Cohen, 1990) y sus consecuencias clínicas (Solomon, 1998); existe un vínculo entre la función inmune alterada y factores psicológicos de larga duración como la depresión, o la ansiedad.
El estrés corrompe la respuesta inmune, promueve infecciones, crecimiento de tumores y desarrollo de infecciones en animales experimentales, en humanos apuntan que ciertos estados psicológicos y enfermedades mentales se correlacionan con modificaciones de la respuesta inmune.
El doctor Ekman, profesor de psiquiatría de la Universidad de California, dice que cuando una persona se emociona se trasluce en el rostro, y también sucede lo inverso: sonreír favorece la sanación. La escritura expresiva también es terapéutica. Según un psicólogo social de la universidad de Texas, Pennebaker, con solo etiquetar tus sentimientos y colocarlos en una historia se genera un efecto positivo en el sistema inmunológico y el dolor cesa. Relájate, sonríe y disfruta tu travesía.