El camino que marca el sendero, es muy claro...

El camino hacia lo que estamos viviendo muchas veces se muestra lleno de obstáculos, y no sabemos discernir que son finales y principios de una nueva vida y conciencia. Creemos que es Dios quien nos manda las situaciones poco placenteras por las que atravesamos, cuando en realidad son situaciones que hemos ido dejando acumular, situaciones irresueltas que hoy se nos presentan todas juntas para que les demos un final feliz. El camino hacia esto muchas veces se ve cubierto, porque no ponemos la mirada en la senda que nos llevará a la claridad de los entendimientos. Nada de lo que pasa es casualidad, es un perfecto plan divino para la grandeza de los humanos. Muchas veces recorremos solos el camino, y otras en compañía; pero debemos tener presente que el aprendizaje que nos llevará a la luz del espíritu es individual y único. Nadie nos impone nada, somos nosotros los que elegimos las situaciones y acciones que nos llevarán a aprender, o los distintos planos de conciencia que nos llevarán a la cima de la vibración en forma de energía amorosa que es la esencia misma de nosotros los humanos. Este año es el último recorrido, es la oportunidad de ver el sendero por el cual todos deben transitar, sin miedo a lo que puedan encontrar, ya que los hallazgos, como dije, son solo situaciones irresueltas que deben enfrentarse. El camino para ello se mostrará, no importa si quieren o no remediar la situación, solo que esta vez la decisión será el resultado final de la elevación de su propio nivel divino. Lo que no logre resolver en su vida tendrá trascendencia en lo que su espíritu hará en la próxima vida que tendrá en una de las tierras. Por tanto, la velocidad o aceleración de los patrones de conocimiento del espíritu humano en sí será de consecuencias inimaginables y traumáticas para todos aquellos que no decidan subir su vibración. Es la manera de soltar el viejo patrón de vivencias y convivencias a los que han estado sometidos todos estos siglos; el tiempo se ha tornado relativamente corto y lo será más a medida que pasen las semanas. Estamos en los inicios de la etapa final, porque después del 18 de este mes la situación en general empezará a dar los indicios de cómo será el camino que cada cual debe tomar para que el humano llegue a la siguiente etapa de la ascensión. Hay mucho que discernir, y mucho por lo cual orar. Soplan vientos de miedo e incertidumbre, pero solo hay un lugar donde buscar la respuestas: el corazón. Dios no abandona a nadie, recuerden que nos dio a su hijo para salvaguardarnos.