DOS MINUTOS
La razón de la vida y la paz interior
Juan 14, 1-12El principal periódico económico de Tokio, el Nijon Keizai Shimbun, publicó en primera página una extravagante noticia: En sólo un año se suicidaron en Japón 487 ejecutivos de alto nivel. ¡Cómo desearía que tanto esos ejecutivos como esos muchachos hubieran leído ñy comprendido- la noticia que trae el evangelio de este domingo! Puedo asegurarle que todos estarían vivos hoy. Para ellos es muy tarde naturalmente. Usted y yo, en cambio, estamos a tiempo para jamás ser dominados por la tribulación. Creo que quien logra no solo leer y entender, sino comprender en toda su profundidad el evangelio de hoy no será dominado por la intranquilidad ni la tribulación jamás en su vida. No es fácil, sin embargo, lograr comprender la admirable noticia que nos da el Señor hoy. El Señor comienza hoy con ésta frase: “No pierdan la calma, no pierdan la paz... no estén intranquilos... no se turben”. Creo que a usted, al igual que a mí, le gustaría conocer la razón para poder vivir sin estar nunca intranquilo, ni turbarse o perder la calma o la paz. Pues esa razón aparece claramente en el evangelio de hoy (Juan 14, 1-12) Dice el Señor hoy lo siguiente: “En la casa de mi padre hay muchas mansiones” (Juan 14, 2). Y añade: “Yo voy a prepararles un lugar” (Juan 14, 3). Es decir. El Señor nos promete hoy un futuro asegurado, con una morada especialmente preparada y para todo el que lo escoja a Él como “camino”, Él “saldrá a nuestro encuentro, y nos reuniremos con nuestros seres queridos, y para siempre estaremos con el Señor” (1.a Tesalonicenses 4,16-17). Este futuro da razón a nuestro presente. Este mañana “da razón a nuestro “hoy”. Para los que tenemos la dicha de tener fe, éste es el sentido y la razón de nuestra vida”. La pregunta de hoy¿Qué quiere decir el Señor al afirmar “yo soy el camino”? Los caminos que nos propone el mundo actual son el camino del tener, del poder y del placer. Ahora yo le pregunto: las personas que siguen estos caminos ¿adónde llegan...? Seguir el camino que es el Señor no sólo nos conduce hacia la Vida definitiva, sino que desde ahora mismo es garantía de apoyo, orientación, fortaleza, consuelo, amistad auténtica, alegría, paz, y sentido. No hay absolutamente ningún otro camino que dé tanto, para ahora mismo, y para después también. NotaAquí en República Dominicana, según los resultados de un sondeo realizado entre estudiantes de cuatro diferentes universidades (UASD, Utesa, Unphu Y PUCMM), el 17% de las encuestadas declaró haber pensado en el suicidio durante el último año (Listín Diario, 12 abril 2008). Es un resultado alarmante el hecho de que 17 de cada 100 estudiantes de las mejores Universidades Dominicanas estén pensando en suicidarse. ¿Qué podríamos hacer ante tantas tribulaciones? ¿Más computadoras...? ¿Más conocimientos sin sabiduría...? ¿Y si cada persona que trata con un cristiano descubre a Jesús presente amándola y respaldándola...? ¿Qué pasaría...?