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La energía de mayo: obrar

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Thany Matos de SucartSanto Domingo

Las decisiones tomadas desde el corazón son las válidas, no las decisiones y aseveraciones tomadas desde el miedo (Lucas: 22: 31-34). Si oran para que la palabra escrita no se cumpla estarán entrando en conflicto con sus propios espíritus, ya que para que sea alcanzada la ascensión todo tiene que cumplirse. Deben orar para tener fortaleza, para que los hechos actuales no sean traumáticos, para el entendimiento y bien de su espíritu (Lucas: 22: 37-38). Oren para que no entren en tentación, oren para despertar, para mantenerse atentos a las señales del cielo y la Tierra (Lucas: 22: 46). Uno de los peligros que más enfrenta el hombre en su discernimiento es la lucha con la conciencia de masas. Si te dejas influenciar sobre algo de lo que anteriormente tenias unas ideas y conceptos claros, los cuales defendías y practicabas, pero te nubla la mente el colectivo de la conciencia de masas, te verás haciendo todo lo contrario de lo que eres y es. Entonces tu espíritu no estaba lo suficientemente fuerte en las ideas y conceptos, ya que te dejaste absorber (Lucas 22: 52-53). Cuando otras ideas o conciencias mayores que la tuya influencian tu conciencia, cambias el modo de lo que eres. No teniendo entonces una conciencia definida ni fuerte de espíritu. No has encontrado tu definición, ese haz de luz divina que enciende tu cristo divino, que te hace único e irrepetible en carne y espíritu. Ya que esa parte única e individualizada de ser Dios se está manifestando y obrando, no responde a una conciencia inferior, a la que se está obrando o manifestando. El negar su propia vibración divina los llevó a la santificación, por medio de la expiación de la prueba. La prueba, la experiencia, el dolor y sufrimientos los lleva a expiar un camino elegido para poder, por conciencia propia decir: yo también recordé el ser (Lucas 22: 61-62). Jesús es el lugar donde reside la expiación. El hecho vivido por alguien, una experiencia maravillosa, o un hecho concreto de la carne o el espíritu, no será creído en su totalidad si no viene acompañado de la experiencia propia (Lucas 22: 67-71). Cabe resaltar que las obras que hagan, ya sean para ustedes o para otros, deben tener la chispa divina de la energía que los creó: el amor. Pero, también cabe resaltar que esa energía divina tiene formas y manifestaciones que derivan de ella como principal fuente de lo que se manifiesta para crecer o manifestar el hecho de que estamos en el camino hacia el conocimiento y aceptación de que la luz de nuestros espíritus es cada vez más fuerte y, por lo tanto, tenemos más claridad para ver donde ha estado la oscuridad todo este tiempo. Obrar de mano con la conciencia divina, no de mano del miedo. No se asusten por lo que les está pasando en el cuerpo y en el espíritu, estos son los cambios y transformaciones que está haciendo su ADN para que puedan resistir la ascensión divina, hacia otros planos de conocer Dios.

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