SENDERO

Adquirir el hábito de limpiar la mente

El tratamiento preventivo y curativo de todas las enfermedades comienza con lavar el área afectada en el cuerpo y limpiar el espacio que ocupamos. Piense usted cómo se prepara para tener su casa arreglada cuando espera recibir visitas. Tira agua, sacude el polvo, reubica los muebles, saca los adornos nuevos y si es menester hasta pinta la casa. Todo para que resulte agradable a usted y sus visitantes. ¿Qué haríamos por nuestra paz mental?Tradicionalmente, en los casos de angustia, al igual que usted mi primera reacción es querer tener el control y creerme que tengo la respuesta, se nos olvida que “nuestros mejores pensamientos fueron los que nos llevaron a donde estamos en ese momento”, pero ni usted, ni yo, ni nadie tiene el control de todo, por eso la importancia de buscar mecanismos para bregar con las situaciones que se nos presentan y procurar tener el mayor grado de higiene mental. Si, ha leído bien, escribí higiene mental. Estoy hablando de desalojar todo el polvo angustioso que cubre nuestra mente. Liberarnos de capas y capas de preocupaciones que nos ocupan anticipadamente con cosas que no han ocurrido, posiblemente nunca sucedan y de cumplirse, ¿qué sería lo peor que puede pasarnos? Higiene mental es un hábito que debemos adquirir, tal como hacemos al limpiar nuestra casa. Para lograrlo la razón nos indica que: Examinemos nuestra conversación mental, pues ella nos genera un desasosiego, señalándonos los “¿y... siÖ?”. Tu pensamiento es tu vida. Hazlo positivo, vuélcalo a tu favor. Una mente que se higieniza se fijará en todo lo que tienes, lo que éstas en capacidad de hacer y te invitará a actuar. Despertemos sOlo a lo que está pasando en este instante, en el presente. No hay forma de ir al pasado y cambiar lo que dijimos, lo que hicimos. Tampoco podemos adelantarnos al futuro, lo que sí podemos es tomar una decisión ahora, aquí, en este momento y ponernos en acción que no se vuelve mejor porque le agreguemos angustia. El corazón nos recuerda, a través de nuestras emociones y sentimientos que: Yo soy más grande que mi realidad actual. Me vuelvo consciente de mi potencial y veo que otros han pasado por igual, similar o mayor situación y han trascendido. Observa, comprende y cambia. Nunca estoy solo. Entro en contacto con la realidad y miro más allá de la apariencia. Hay un mensaje por descubrirse en esta experiencia de mi vida; “El soplo del Omnipotente” está en mí como semilla para la creatividad, la fortaleza y la confianza serena en mis talentos; Necesitamos desarrollar nuestro sentido de gratitud y al dar las gracias silente o audiblemente; disponernos a escuchar la sinfonía del universo poniéndose “a la orden”. Bendiciones multiplicadas.

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