La pérdida de Rosa

Una pérdida sin importar el tipo, el modo o las circunstancias, es un hecho doloroso. Duele saber que alguien a quien amas ya no estará a tu lado. De hecho el maestro Jesús, aún sabiendo que podía resucitar a su amigo Lázaro, lloró cuando se enteró de su muerte. Hoy quiero lanzar pétalos de rosas al viento por la partida de Rosa, una jovenque batalló por la vida y que con su ida nos enseña que por encima de todo el amor es lo único verdadero. La muerte, aunque puede ser una experiencia dolorosa, puede resultar en crecimiento personal, pues es siempre un motivo de aprendizaje y enseñanzas a pesar de la congoja. Rosa nos enseña el valor de la perseverancia, del arrojo, de la decisión, del coraje, pero sobre todo, el valor de la vida misma. Su batallar por vivir fue una verdadera entrega a la vida. Con su muerte no perdió la batalla, logró una inmensa victoria: enseñarnos el valor del amor, el vivir el presente y reconocer que estamos aquí viviendo sólo una experiencia.