Gracias por tu tiempo

Cada uno de nosotros deja una estela de enseñanza en las personas que se encuentran en nuestro entorno, nunca sabemos como nuestras palabras o actitudes pueden impactar a otros que tenemos cerca, hay quienes exhiben una sabia manera de vivir, otros, no menos importantes, también nos enseñan cómo no enfrentar las situaciones. Todos somos discípulos a la vez que somos maestros. Si asumimos una actitud de discipulado, nos dedicamos a observar y observarnos, a reflexionar, podemos sacar algunas conclusiones, cada situación, por desagradable que parezca, siempre trae consigo una enseñanza, por lo que debemos agradecer a lo Alto por esta oportunidad, bendecir el bien oculto de ese momento, honrar las personas involucradas y si eres conciente sabrás que en una próxima ocasión lo puedes hacer distinto. “Aunque se oculte el sol no olvides que es transitorio, él brilla siempre, a pesar de tu ánimo o desánimo, aprovecha su luz, es divina”, así expresaba con su singular entusiasmo y alegría de vivir uno de mis más amados instructores y gran Maestro de vida, José Gregorio García, médico psiquiatra venezolano, de quien tuve el honor de recibir un profundo entrenamiento en la relajación muscular progresiva de E. Jacobson. José Gregorio, con carisma excepcional tocó muchas almas y envenenó a más de uno que por mediocridad y envidia, como siempre sucede con la gente cuando hay seres que brillan con luz propia, quisieron detractar su ardua y valiosa labor en pos de un ideal de paz, de mejoramiento de cada ser que encontraba a su paso.