En la diana
Reformas según el FMI
Primer Tiro
En el corto plazo, y el ámbito fiscal, el informe de revisión del FMI pone el énfasis en el inicio del desmonte de los subsidios a la electricidad. No lo condiciona a la previa reducción de las perdidas en la distribución y comercialización, ni tampoco lo plantea como posterior a la eliminación del subsidio generalizado a los combustibles. A diferencia del caso de la electricidad, el subsidio a los combustibles beneficia mucho más a los quintiles de altos ingresos, y la puesta en vigencia de un programa agresivo de reducción del fraude de quienes consumen y no pagan, es una condición necesaria para que la población acepte el ajuste de la tarifa eléctrica. En el ámbito de lo monetario el FMI enfatiza en la necesidad de reducir gradualmente los excesos de liquidez que producen las liberaciones de encaje y alinear los vencimientos y las colocaciones de títulos valores del BCRD a la demanda de liquidez del sistema, factores que se podrían asociar a la reducción de la efectividad de la política monetaria y al aumento reciente de la volatilidad cambiaria.
Segundo Tiro
En el mediano plazo es necesario “redoblar los esfuerzos para fortalecer la eficiencia tanto en materia de gastos como de ingresos para crear espacio fiscal para inversiones esenciales en infraestructura y capital humano”, plantea el FMI. El aumento del cumplimiento tributario, la revisión de los subsidios, y la elaboración de una estrategia de ingresos de mediano plazo que sirva de base para la discusión de una posible reforma tributaria, que permita cumplir los objetivos de inversión en infraestructura, educación y salud, son los elementos adicionales que plantea el FMI en su citado informe. El FMI no analizó las cifras de las recaudaciones del periodo enero/agosto del año en curso, pues de haberlo hecho hubiese concluido y resaltado que la fuerte caída de los ingresos tributarios provenientes de los gravámenes al consumo (los ingresos por ITBIS y selectivos fueron RD$ 10,247.4 y RD$ 7,709.7 millones, respectivamente, menores a lo presupuestado) refleja un significativo aumento de la elasticidad y la dependencia de los ingresos de este impuesto, factor a tomar muy en cuenta en el proceso de reformas
Tercer Tiro
Aunque no lo plantea, el FMI sabe que las reformas son necesarias para aumentar la sostenibilidad de la deuda pública y los fundamentos de la política macroeconómica. Una crisis fiscal que produzca una parada súbita en la demanda de títulos de la deuda pública (que dificulte y dispare el costo de su refinanciamiento) podría estar lejos del horizonte de corto plazo de la política económica, y más lejos estaría una crisis monetaria y cambiaria que amanece la estabilidad macroeconómica, aunque la perdida de efectividad de la política monetaria para incidir en el crecimiento, apalancada por la reducción del efecto multiplicador de la escasa inversión pública, son fenómenos del aquí y ahora. La reducción de la probabilidad de una crisis fiscal, o cambiaria y monetaria, y la recuperación de la senda de un crecimiento cercano al potencial, son objetivos que se pueden alcanzar con un Programa de reformas creíble, factible y tolerable social y políticamente, cuyos componentes fundamentales deben asegurar la generación de un choque de expectativas positivas en los mercados locales y globales. El Programa debería tener al menos cuatro grandes componentes simultáneos, los cuales fueron planteados en la entrega anterior.
