EL BULEVAR DE LA VIDA

De nube, Listín Diario y Tecnofeudalismo

El capitalismo ha muerto, que viva el capitalismo. O más exactamente, que viva el tecnofeudalismo que ha venido a sustituirlo, y ya me explico. El creador del término, el economista griego, Yanis Varoufakis, considera que el capitalismo ha desaparecido en la medida que sus dinámicas tradicionales (el beneficio y el mercado) han sido sustituidas por grandes plataformas digitales que actúan como los viejos feudos de la Edad Media: facilitando su “nube” (la tierra) para que los sectores produzcan en ella y les entreguen una renta de los beneficios... como en el feudalismo.

La gran riqueza de los nuevos señores feudales es ser propietarios de la nube, como los viejos eran propietarios de la tierra. Claro que estoy hablando de Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft, and friends. Son esos nuevos jinetes del apocalipsis global quienes hoy gobiernan el mundo a partir del control de las redes sociales, el comercio electrónico y la computación en la nube. Claro, si no les gusta el término de Varoufakis, también puede llamarlo “Capitalismo de la nube”, que es menos nostálgico pero jode igual.

Los siervos empresariales que actúan en el feudo (en la nube) obtienen un beneficio, y el nuevo señor feudal (las bigtech) recibe la renta. Como el señor del medioevo era dueño de la tierra, los nuevos señores son los dueños de la nube, y en ella están los consumidores.

Este tecnofeudalismo que ejecutan las bigtech u oligarquías tecnológicas ahora aliadas a Trump (ver foto del acto de juramentación) les permite controlar o influenciar la marcha de la economía, la política (elecciones), la vida cotidiana... y también de la prensa, lo que nos conduce al intento de censura contra este Listín Diario de parte de una empresa estadounidense -Networks Solutions- de quien depende el diario para mantener sus archivos digitales en la nube, o sea, para tecnológicamente existir. Dicen los colombianos que “sin tetas no hay paraíso”, de igual modo, sin nube tampoco hay negocio, no hay cielo ni vida.

Fíjense que los demandantes de esta infeliz iniciativa contra el Listín no han acudido a la CIA, a los sicarios mediáticos locales, a la desprestigiada OEA y menos a una Naciones Unidas (ONU) “que para lo que alumbra, apagada es que luce”, sino a una empresa extranjera sin ningún tipo de regulación ni debida obediencia a las leyes locales. Benvenidos al Tecnofeudalismo, al Capitalismo de la nube.