PUNTO DE MIRA
Leonel es el referente
Muy al estilo de Leonel Fernández, la Fuerza del Pueblo resolvió las diferencias de ultimo momento surgidas en el proceso electoral de su convención Manuel Tavarez Justo. Fue una cirugía callada que removió aspiraciones y anexó prótesis con una rápida terapia para la adecuación de los egos.
El líder de la FP dio muestras de seguir al sabio Salomón y aplicó, en un momento de gran tensión interna, la doctrina de la justicia para dirimir la lucha de contrarios.
Este episodio mostró una faceta que a menudo se pasa por alto en el estilo leonelista: es mejor ser justos que tener la razón.
Así manejó el tema haitiano al proponer al presidente Luis Abinader que esta situación debía plantearse en el Consejo Económico y Social que es el ámbito creado para este tipo de situaciones. Su experiencia de estadista la usaba para darle la real dimensión que, aunque sea asumida por los sectores vinculados, será de la competencia del Poder Ejecutivo.
Si Leonel sorprendió al país cuando siendo un joven mostró la visión de estadista, ahora está en un nivel superior, más experimentado, nutrido con los intercambios con otros presidentes y procesos de países en los que ha tenido destacada participación.
En la guerra política hay quienes usan todo el empleo de armas contra Leonel, personas que fueron ayudadas por él, han empleado las mayores bajezas para demeritar sus obras de gobierno, pero su dignidad no desaparece, aunque un cieno momentáneo la oculte. La grandeza de su carácter y aportes refulgen cada vez con mayor intensidad.
Existe la convicción que el país tiene en ese líder político las soluciones para suplir los años perdidos. Su vuelta al poder es el remedio que tiene el país ante las ineficiencias y errores, como Balaguer tras Jorge Blanco. El pueblo siempre busca quien le ofrece tranquilidad.
El perfil de Leonel Fernández evidencia que es abogado porque le gusta la justicia; su amor por el conocimiento lo lleva a los libros; su inclinación hacia los pobres lo conduce al poder para ayudar desde el gobierno; elude el error y es paciente para tomar decisiones y aplicarlas con equidad; sabe que hay que tomar hoy las medidas que resuelvan el futuro; también es suficientemente sabio para enmendar los errores del pasado y también buscar a sus votantes que se han alejado de las urnas.
El pueblo tiene la experiencia de las buenas gestiones y son su aval para competir para la presidencia en el 2028.
Las recientes crisis han tenido la voz de Leonel para adoptar la política correcta. La historia le da dado la razón una que otra vez. Un ejemplo se vio cuando el gobierno usó una violencia teatral en lugar de la diplomacia para resolver el diferendo del canal que construía Haití con un desvió del río Dajabón.
Leonel sabe que el gobierno no tiene interés real de resolver el problema dominicano con la migración ilegal, pero es justo y le concede a Abinader el derecho de continuar con su teatro.
En las crisis hay que recurrir a la experiencia. Leonel es un referente.
Los adversarios del líder de la Fuerza del Pueblo conocen el valor que él otorga a las opiniones erradas, que le gusta escuchar a todos para profundizar en los contenidos, pero yerran cuando le creen tonto.

