Sesión histórica del Senado en Moca: Un hito en la lucha por la soberanía
El pasado 2 de mayo celebramos el 164 aniversario del “Grito de Moca”, un hito en la resistencia de nuestro pueblo contra la anexión a España en 1861. Ese día, que evoca la valentía y el sacrificio en defensa de la soberanía, se convirtió en un momento propicio para que el Senado de la República Dominicana realizara una sesión extraordinaria en el Museo Ramón Cáceres, en nuestra provincia Espaillat. Me sentí honrado de haber participado en este evento histórico, que no solo celebró nuestra rica historia, sino que también puso de relieve uno de los retos más urgentes de nuestra sociedad actual: la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes.

Durante esta jornada legislativa, se aprobó en primera lectura la reforma a la Ley 137-03 sobre Tráfico Ilícito de Migrantes y Trata de Personas. Presentada por el Poder Ejecutivo el 7 de abril, esta iniciativa recibió el respaldo unánime de los senadores presentes, incluyendo a miembros de la Fuerza del Pueblo (FP). La nueva ley busca sancionar con mayor severidad a quienes se dediquen a estas actividades delictivas, aumentando las penas de reclusión hasta 25 años, y elevando las multas hasta 1,500 salarios mínimos del sector público. Además, cuando concurran circunstancias agravantes, se contempla la posibilidad de imponer penas de hasta 40 años de reclusión y multas de hasta 4,000 salarios del sector público.
El consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Antoliano Peralta, destacó que esta reforma forma parte de un conjunto de 15 medidas diseñadas para enfrentar la crisis migratoria, especialmente en el contexto de la situación en Haití. Consideramos que es nuestra responsabilidad proteger a los más vulnerables y luchar contra las injusticias que afectan tanto a dominicanos como a migrantes.
La elección de Moca como sede de esa sesión no fue casual. Esta ciudad, históricamente conocida como la “sepulturera de tiranos”, simboliza la resistencia y la lucha por la libertad. Recordar las acciones del coronel José Contreras, quien lideró la rebelión del 2 de mayo de 1861, nos impulsa a continuar defendiendo nuestro fervor patrio. Junto a mi colega Omar Fernández, quien también apoyó la iniciativa, exploramos la posibilidad de proponer enmiendas en la segunda lectura para fortalecer aún más el proyecto antes de su conversión en ley.
La sesión reflejó el compromiso de una amplia delegación de senadores de diferentes partidos, quienes se unieron en la defensa de nuestra soberanía y la justicia social. El Museo Ramón Cáceres, con su rica historia y simbolismo, nos recuerda que la lucha por la soberanía y la dignidad nacional es un legado que debemos honrar y cultivar.
La jornada del 2 de mayo no solo conmemora un episodio significativo de nuestra historia, sino que también nos motiva a seguir trabajando por un futuro donde la justicia y la dignidad prevalezcan. Como senador de Espaillat, me comprometo a seguir luchando por una República Dominicana donde todos vivan en paz y con dignidad, y a continuar nuestra defensa de la soberanía nacional.
Para concluir, quiero expresarles a mis colegas senadores, en mi condición de anfitrión y desde esta histórica ciudad de Moca, tierra de héroes y de hombres y mujeres trabajadores, que nos sentimos profundamente honrados por su presencia. Su visita no solo fortaleció nuestros lazos como legisladores, sino que también reflejó el compromiso conjunto por el progreso de nuestra nación.
El autor es senador de la provincia Espaillat