PEREGRINANDO A CAMPO TRAVIESA

Entendiendo eso de “bajó de los cielos”

Una de las intuiciones centrales del evangelio de Juan es que “a Dios, nadie lo ha visto nunca, es el Hijo quien nos lo ha dado a conocer” (Juan 1, 18). Es decir, que para nosotros los cristianos, el único que nos revela el verdadero ser de Dios, nuestro Padre, es Jesús de Nazaret. Y a lo largo del Evangelio de Juan, vamos aprendiendo es que Dios, nuestro Padre; nos quiere tanto que nos envió a su Hijo “para que todo el que crea en Él no se pierda y tenga vida eterna” (Juan 3, 16).

En el Credo decimos que “el Hijo de Dios bajó de los cielos”. En verdad, la expresión suena un tanto mítica, como si estuviésemos hablando de los dioses del Olimpo. Pero en realidad lo que quiere decir es que el Hijo, abandonó las ventajas de su condición divina para ir venir hasta nosotros en busca de lo perdido.

Ese bajar, no se debe entender como si Dios no estuviera en todas partes, sino de esta manera: En Dios hay uno [el Hijo] que “sin dejar de ser DIOS, puede vivir también una vida plena y verdaderamente humana en su máxima plenitud.”

Si el Hijo “bajó del cielo” eso quiere decir que el Dios de los cristianos es un Dios muy peculiar. La gente tiende a pensar, que Dios no necesita de nadie. Jesús de Nazaret nos habló de Dios como un Padre que nos ama libre y gratuitamente y nos sale al encuentro en su Hijo. Jesús llegó a decir “quien me va a mí, ve al Padre” (Juan 14, 9). Notemos que, si el Padre nos salva en Jesús, no nos salva con “sobras”, sino con lo mejor que tiene: su Hijo y su Espíritu.

En Jesús, Dios se revela como “don de benevolencia, de misericordia y de solidaridad.” Al igual que en las religiones de la antigüedad, hoy en día también se sacraliza el poder, la seguridad, las ventajas, como si esas fueran las puertas hacia la verdadera felicidad.

Pero con su “bajó de los cielos”, Jesús nos revela que la verdadera vocación del ser humano está en vivir como hijo, hija de Dios y hermano de todos. La verdadera felicidad no tiene bajo a cielo, sino que huele a esta humilde tierra.

Tags relacionados