Tribuna del Atlántico
El parteaguas de la marcha a Friusa
Aún no se había secado la tinta con la que los medios impresos del país han estado describiendo los resultados del operativo militar y migratorio en Mata Mosquito, aparentemente la zona más caliente de Friusa, cuando el presidente Luis Abinader, habló al país en domingo.
El jefe del Estado anunció un conjunto de 15 medidas dirigidas a enfrentar con firmeza el problema migratorio, algunos críticos indican que varias de ellas ya estaban en el conjunto de propuestas del pacto migratorio de 2023, otros destacan la determinación del mandatario para enfrentar el problema.
De la intervención en Mata Mosquito nos queda claro, en primer lugar que alguna razón llevaban los que organizaron la protesta de la semana anterior sobre lo que allí acontecía, más de 300 ilegales detenidos y el despliegue de un contingente policial y militar para la ejecución del operativo.
De paso quedó desmontado el discurso del supuesto intento de perjudicar el turismo de Punta Cana, esgrimido por varios sectores, con el senador Rafael Barón Duluc, Cholitín, a la cabeza.
El operativo y las medidas anunciadas por el presidente, validan en todas sus partes, los motivos de la protesta que convocó la Antigua Orden Dominicana, mientras que el análisis de de Pavel De Camps destaca el impacto digital de la marcha del 30 de marzo que ha llegado a calificar de “tsunami digital”.
El presidente Abinader dijo en su discurso que comparte la preocupación de la población por el tema migratorio, es esa preocupación la que se ha expresado en el impacto digital de Friusa.
Comparto la critica de María Elena Núñez, al enfoque inicial del discurso del presidente, con demasiado énfasis en lo que no hicieron gobiernos anteriores, porque mina las posibilidades de apoyo de los opositores a las medidas anunciadas.
Pero además, es importante recordar que la situación de Haití se agravó, aún más, a partir de la muerte del presidente Jovenel Moise y que el reinado de terror de las bandas alcanzó niveles nunca vistos a partir de ese hecho, provocando una presión adicional hacia la emigración de los ciudadanos de ese país.
Del conjunto de medidas anunciadas por el mandatario es importante resaltar las iniciativas para reforzar la frontera, la comisión para evaluar el marco legal encabezada por don Milton Ray Guevara y el Observatorio que encabeza don Miguel Franjul.
Pero como señala el editorial del Listín del martes, un aspecto crucial es la aplicación de medidas drásticas a los dominicanos que se lucran con el tráfico de ilegales, coyotes, policías, militares, redes estructuradas, que durante años han vivido de esquilmar a los inmigrantes para dejarlos entrar a nuestro territorio.
Igualmente la necesidad de estimular la mecanización de las labores agrícolas y la incorporación de más dominicanos al sector de la construcción.
De lo que se trata ahora es de pasar de la propuesta a los hechos, de la promesa a la acción.
Independientemente de las motivaciones de los grupos que convocaron la marcha el 30 de marzo a Friusa, el hecho se constituye en un parteaguas, en un punto de inflexión ante una realidad migratoria que desborda la capacidad del país y caldea los ánimos.