ENFOQUE
Amnistía Internacional, desnaturalizando su naturaleza
Según su página Web, en 1961 el abogado británico Peter Benenson se indignó al enterarse de que dos estudiantes portugueses habían sido encarcelados sólo por brindar por la libertad. Esa defensa de la libertad fue un momento de inspiración de Benenson que marcó el nacimiento de un movimiento extraordinario.
Pero nos preguntamos ¿porque Amnistía Internacional (AI) se ensaña contra un pequeño país democrático, sin presos políticos, respetuoso de los derechos humanos y la justicia, que ha soportado una inmigración masiva que es económica y socialmente insostenible y que está poniendo en peligro nuestra seguridad e independencia?
Es una afrenta e irrespeto que AI afirme que las autoridades dominicanas deben abordar el racismo estructural e institucional, que afecta desproporcionadamente a las personas de origen haitiana.
En República Dominicana no hay racismo estructural contra los haitianos. Pero en Haití si lo hay contra los dominicanos. ¿No sabe AI que hay fuerzas oscuras tratando de unificar la isla y negando nuestros derechos fundamentales como país?
¿No sabe que en Haití se siembra en anti-dominicanismo desde que los niños están en la escuela usando el lema LA ISLA ES ÚNICA E INDIVISIBLE? ¿No sabe que uno de los más grandes líderes políticos dominicanos, José Francisco Peña Gómez, era de origen haitiano? ¿No sabe que hemos tenido presidentes de origen haitiano? Lo del río Masacre es un acto ilegal y beligerante producto del racismo estructural en Haití. Este es un país soberano, conformado por un 80% de mestizos y negros, no de anglosajones, que le ha dado albergue y trabajo a más de un millón de haitianos y que ha luchado más que el mismo gobierno de Haití para que las Naciones Unidas intervenga en una nación controlada por bandas asesinas insertadas en las mismas estructuras de poder, que organizaron el asesinato del presidente Jovenel Moise y que quieren extender sus acciones delictivas en nuestro territorio. Pero aquí jamás habrá un ARDE PARÍS. Por otra parte, el gobierno promulgó la Ley 169-14 sobre Naturalización que ha restituido el estatus jurídico anterior a 60,773 personas afectadas por la sentencia TC/0168/13 y se ordenó expedirles sus documentos como dominicanos. La misma ha restituido el estatus jurídico anterior a 60,773. De estos, solo 26,123 han acudido a retirar sus documentos.
Este país está comprometido con la inclusión, la igualdad y el respeto a la diversidad étnica y racial de la sociedad dominicana. No existen políticas discriminatorias en salud, educación o en el mercado de trabajo que dificulten el acceso al empleo de grupos particulares.