Rosmini y los jesuitas
El brillante y dedicado sacerdote Antonio Rosmini (1797 - 1855) era doctor en teología y derecho canónico. Pío VII le animó a renovar los estudios filosóficos, petición que reiteraron León XII y Pío VIII. Fundó el Instituto de la Caridad, aprobado en 1838 que se extendió rápidamente en Italia e Inglaterra. Pío IX le encomendó tareas delicadas. Fundó también las Hermanas de la Divina Misericordia.
En la convulsa Italia del siglo XIX, el rey de Piamonte esperaba que Rosmini lograra de Pío IX una actitud contraria a los austríacos. Cuando en 1849 Pío IX huyó de Roma a Gaeta, le pidió a Rosmini que le acompañara. Las opiniones del Secretario de Estado Antonelli, favorable a que el papa buscase apoyo en bayonetas extranjeras para recuperar Roma, pesaron más. Rosmini siguió su ruta.
De 1848 databa el ensayo de Rosmini, “Las cinco llagas de la Iglesia”. (1ª) La separación entre el pueblo cristiano y el clero. (2ª) La insuficiente formación cultural y espiritual del clero. (3ª) La desunión de los obispos entre sí y de los obispos con el clero y con el papa. (4ª) La injerencia política en el nombramiento de los obispos. (5ª) Los bienes temporales que esclavizan a los eclesiásticos. El ensayo fue condenado en 1849 por la Santa Sede. Rosmini aceptó la condena humildemente.
Rosmini fue admirado por gigantes literarios como Alessandro Manzoni (I promessi sposi). Conocía la cultura contemporánea más que los jesuitas, pero los reverendos lo atacaron por sus principios morales que parecían olerles al viejo enemigo jansenista. La artillería pesada teológica jesuita: Melia, Passaglia, Rozaven y Ballerini durante quince años atacó a Rosmini. Tan virulento fue el conflicto, que Gregorio XVI, no precisamente una malva, impuso silencio en 1853. Roothaan usó sus contactos austríacos para que prohibieran que el Instituto de Rosmini se extendiera a Venecia, entonces bajo dominio austríaco. Roothaan aconsejó preparar el ataque por si el nuevo papa levantaba el cese al fuego. Así sucedió en 1850. Pío IX mandó a investigar todas las obras de Rosmini. La Congregación del Índice las liberó de condena (1854), pero Pío IX de nuevo impuso silencio a las partes. En 1855 falleció Rosmini. Juan Pablo II menciona a Rosmini en Fides et Ratio (1998) Benedicto XVI lo beatificó el 18 de noviembre del 2007. Nuestro santo Roothaan se quedó en “venerable”.