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La economía nacional, con un año para fortalecer su resiliencia y vadear las disrupciones

Los recientes comunicados del Banco Central de la República Dominicana (BanCentral) entregan un amasijo de datos de valor referencial, por su derivación de mediciones y estudios situacionales sobre las distintas actividades del parque económico dominicano y las estadísticas que en su fluir permiten acopiar y empaquetan diferentes instituciones públicas.

Los actores económicos en torno al BanCentral

La ciudadanía ha recibido, a través de las coberturas de los medios nacionales y de los comunicados institucionales oficiales un panorama sobre el estado de los indicadores económicos que han devenido claves en esta “nueva normalidad” post-Covid-19, en la cual la guerra ruso-ucraniana se ha insertado como factor disruptivo, obstruyendo el desempeño de las actividades económicas globales y, por consiguiente, dificultando el retorno al crecimiento potencial de las naciones.

Junto a estos datos se incluyen encuentros de evaluación sectorial con las asociaciones empresariales, promovidos desde la entidad reguladora monetaria, específicamente con los constructores, la Asociación de Industrias (IARD), los bancos (Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana —ABA). Asistimos, a todas luces, a un esfuerzo por comunicar oportunamente la radiografía practicada a la economía nacional para ofrecer sus claroscuros a todos a la vez y por igual, para que los actores vinculantes se puedan empoderar de sus procesos y transitar ilustrados sobre las condiciones principales que definen este terreno en este momento.

De tal modo, el empresariado nacional, a través de sus órganos colegiados, está afinando y unificando su visión sobre los entornos particulares y macro, mediante la recepción del enfoque general que sobre estos realiza el BanCentral. Se sabe que esta institución elabora dichas estimaciones a partir de las datas colectadas por otras instancias oficiales como el Ministerio de Turismo, la Superintendencia de Bancos, el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, el Sistema Dominicano de la Seguridad Social (SDSS -TSS), el Ministerio de Trabajo, el Banco Agrícola, entre otras dependencias, incluyendo las direcciones generales de Presupuesto y de Estadísticas.

Un país resiliente, alineación estratégica hacia el crecimiento?

Como resultado, tales encuentros e informaciones terminan nutriendo la percepción para desencadenar conductas proactivas y resilientes en el entramado de nuestras actividades económicas. Este es el único modo de incentivar el espíritu emprendedor en medio de las amenazas de riesgos económicos y alarmas de desaceleración, desempleo y encarecimiento cuando, en realidad, tales tendencias empiezan a ser superadas por el crecimiento laboral en los Estados Unidos y la moderación de precios.

Entre estos, expuesto en retroactivo y en el territorio local, el IPC continúa a la baja, cerrando enero del 2023 en +0.63%, desacelerando la inflación interanual en 59 puntos básicos (céntimos) desde su cierre de +7.83% en dic., 2022 a +7.24% en el recién pasado enero. La mensual, por su parte, perdió 33 puntos porcentuales al reducir desde +0.96% en diciembre, 2022, a +0.63% en enero, 2023.

Esta reducción en el índice de precios locales es el efecto de factores claves y conjugados. Entre ellos: a) las políticas desmonetizadoras, constrictoras de la demanda, despachadas desde el pasado año por las autoridades monetarias nacionales, y la moderación de los precios de commnodities importados como los hidrocarburos —por el subsidio oficial—, el transporte y los alimentos. Luego de un análisis de todos los factores incidentes, el BanCentral prevé que la inflación en el 2023 quedará entre el 4% ± 1%. Esto es: su rango meta para la inflación anual es +3% y +5%.

Productos que encarecen, productos que abaratan

En el período, explica, los alimentos y bebidas no alcohólicas encarecieron más: (+1.32%), lo cual es +1.1 veces que el resultado del mes; también restaurantes y hoteles: 1.21% = 0.92 veces que el resultado de enero; los bienes y servicios: +0.27 veces; educación: +0.57 veces. Entretanto, la vivienda, el transporte y la salud fueron más baratos en -1.1 vez, -2.94 veces y -0.068 veces, respectivamente.

Entre los alimentos y bebidas no alcohólicos integrantes de la canasta familiar que experimentaron un crecimiento de precio igual o inferior al resultado del mes (+0.63%) están la cebolla (-5.32%), los tomates (-7.57%), el ajo (-3.12%) y el arroz, que abarató 0.91 veces respecto al resultado del mes, al variar +0.33%. Por la estación, los limones agrios encarecieron +40.08% y los helados registraron +10.14%.

El crecimiento moderado del precio de los bienes importados (transables y no transables) tuvo una varianza mensual de +0.59% y +0.68%, respectivamente, quedando, su promedio, por debajo (+0.585%) que la variación del IPC para enero, 2023 de +0.63%.

Santo Domingo y el Cibao registraron los menores niveles de crecimiento del IPC durante el pasado mes de enero: +062% y +0.48%, respectivamente, en tanto en la región Sur todo resultó más caro: +0.93%.

Un injusto sistema de precios. Urgencia de políticas públicas.

Gracias a este informe del BanCentral podemos apreciar que el mercado dominicano es excesivamente injusto, al menos a juzgar por su comportamiento durante el referido período: enero, 2023. Durante este, entre los de menores ingresos (quintiles 1, 2 y 3) el IPC incrementó en +0.71%, +0.67%, y +0.69%, respectivamente; en tanto entre los de mayores ingresos (quintiles 4 y 5) fue +0.71% y +0.38%, respectivamente. Es decir, para los de mayores ingresos (quintil 5) los precios fueron +0.87 veces más altos que para los del quintil 1.

En términos promedio, significa que en tanto el IPC para los primeros 3 quintiles nacionales de ingresos los precios fueron +1.02% caros, para los quintiles 4 y 5, fueron +0.545%, casi la mitad, un resultado quizás explicable desde los entornos de economía de escala en los cual ambos grupos realizan sus consumos.

Otra explicación es el tipo de bienes y servicios que consumen dichos grupos y el nivel de racionalidad e información con el cual asisten al mercado.

La modulación de esta diferencia con fines a reducir su recurrencia es, sin embargo, una tarea que reclama, al menos, análisis y ponderación oficial y público, a fin de corregir hasta donde sea posible los niveles de agiotaje que pudieran estar presentes en el mercado dominicano que suple bienes y servicios a las poblaciones de menores ingresos (quintiles 1, 2 y 3).

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