La ‘cosa’ (2)
Una mayoría de la gente que me pregunta ‘¿cómo ves la cosa?’ coincide en que si las elecciones fueran hoy, Luis Abinader se reeligiría, y en primera vuelta. Muchos creen, sin embargo, que para el 2024 el escenario tripartidista apunta a segunda vuelta. Y esto Abinader lo sabe. Muchos otros en el PRM -emborrachados de poder, los puestos públicos y la suposición de que la oposición, PLD y FP, están sepultados, creen que nunca saldrán del Gobierno.
Abinader se ha curtido en la política, en el poder, lo que amplía su visión de la realidad, más allá de la adulonería cotidiana del entorno. Eso motivó que motorizara, con el inicio mismo del 2023, la maquinaria partidaria para procurar estructurar la plataforma política que le permita reunir los votos necesarios para repetir en la Presidencia y el control de las cámaras legislativas y los municipios. Abinader está obligado a ganar en el 2024 en primera vuelta. El tripardismo le dificulta la victoria, ejemplo las elecciones del 2000, que puso en peligro el triunfo de Hipólito.
En el 2020 Abinader obtuvo 1,998,407 votos en la boleta del PRM, para un 48,70%, y pasó el 50% con los 156,459 votos de siete partidos pequeños aliados, totalizando 2,154,866 para el 52,52% que lo llevó a la Presidencia. Abinader no subestima esa realidad. Por ello ha estado dos años, día por día –fines de semana, feriados incluidos- en las calles, en contacto con la población, en un estilo de ejercer la Presidencia que, políticamente, le ha apuntalado y granjeado afectos innegables de la gente, aun por encima de la inercia que se exhibe en su partido.