Los ritos chinos, una controversia nociva para los jesuitas
De nuevo el 20 de noviembre de 1669 surgían inquietudes sobre los ritos chinos auspiciados por los jesuitas. Un decreto del Santo Oficio firmado por Clemente IX los aprobaba o condenada según se conformasen a lo descrito por jesuitas o dominicos. De nuevo el 26 de marzo, 1693, Charles Maigrot, vicario apostólico de Fujian y superior de las Misiones Extranjeras de París, pedía a Inocencio XII que reexaminase el asunto. Afirmaba que los jesuitas habían engañado a la Santa Sede en 1656. Durante siete años (1697 – 1704) una comisión de cardenales examinó “meticulosamente” los discutidos ritos chinos.
El decreto del 20 de noviembre, 1704 prohibía el uso de los términos aprobados por Mateo Ricci; vetaba el culto a Confucio y los antepasados, pero permitía la exposición de tablillas con sus nombres en la liturgia. No se pronunció sobre el supuesto engaño de los jesuitas. Clemente XI juzgaba que en la sociedad china era imposible separar la práctica de los ritos de las supersticiones que los rodeaban. La comisión y el papa sometieron el asunto del valor ético de los clásicos chinos al juicio de Charles Tournon, legado papal presto a viajar a China.
El 18 octubre de 1700 la Sorbona de París había condenado los ritos chinos. Ese año, los jesuitas respondieron con una declaración del emperador chino: “los honores tributados a Confucio y a los antepasados tenían carácter puramente cívico y político, y no, religioso.”
El legado papal Tournon, ahora arzobispo, al pasar por India (1704) condenó los ritos malabares, un experimento jesuita similar al chino. Tournon llegó a Pekín el 4 de diciembre, 1705 y le comunicó al emperador que establecería una supervisión sobre todos los misioneros. El anuncio disgustó al emperador que se fiaba de los jesuitas. En 1706, durante una audiencia (29 junio, 1706), Tournon criticó a los jesuitas ausentes y de nuevo rehusó aceptar la Declaración emitida por el Emperador sobre el carácter civil de las honras a Confucio. En agosto de 1706 ya era claro que la misión de Tournon había fracasado. El emperador chino ordenó la vigilancia de todos los misioneros y la expulsión de todo aquel que no aceptase su decreto de 1700. Tournon publicó el 15 enero, 1707 un rescripto “condenando los ritos chinos” y el empleo de términos chinos aprobados desde los tiempos de Ricci.