Conociendo a Jerónimo Nadal, S.J.

Con Nadal regresamos a los tiempos de Ignacio de Loyola († 1556). Nadal nació en Mallorca en1507, de extracción judía, como varios de los primeros jesuitas.

Antes de llegar a la universidad de París en 1536, ya había estudiado latín, filosofía, griego y hebreo probablemente en Alcalá.

Cuando estalla la guerra entre España y Francia, se refugia en la comunidad judía de Avignon, Francia. Su manejo del hebreo era de tal calidad, que la comunidad judía le ofreció nombrarlo su gran rabino, oferta que Nadal rechazó.

“Despechados por su negativa rotunda, lo denunciaron como español ante las autoridades francesas y, por ello, pusieron en grave peligro su vida.”

Su primer encuentro con Ignacio y los compañeros de París no había sido promisorio.

Invitado a unirse al grupo, blandiendo un Nuevo Testamento les habría espetado: -- esto es lo que yo quiero seguir. Ustedes no sé en qué pararán--.

En 1538 regresó a Palma de Mallorca, ese año había sido ordenado sacerdote.

En 1540 ocupa la cátedra de Sagrada Escritura en la escuela de la Catedral. Disertó sobre la carta de Pablo a los romanos.

El competente Nadal era parte de un grupo de amigos solícitos, pero ni el éxito profesional, ni los nombramientos, entre ellos capellán del emperador Carlos V, lograban otorgarle la paz que tanto ansiaba.

Le habrá impactado la noticia de que el grupo de Ignacio había sido aprobado por el papa Paulo III el 27 de septiembre de 1540.

Lo que finalmente derrumbó sus defensas fue una carta desde el Extremo Oriente del 15 de enero de 1544, escrita por Francisco Javier, a quien había conocido en París. Javier contaba con alegría los retos de una evangelización difícil.

Nadal tomó en serio un posible llamado del Señor y viajó a Roma donde practicó los Ejercicios Espirituales bajo Jerónimo Domènech, un nuevo miembro del grupo de los jesuitas.

Se sumó al grupo de los primeros compañeros el 29 de noviembre de 1545.

En aquella casa de Roma, Ignacio de Loyola ocupó a Nadal en los oficios más humildes. Se incorporó definitivamente a la Compañía el 25 de marzo de 1546. Ignacio le nombró ministro de la casa, es decir, administrador.

Ignacio y sucesores se apoyarían en Nadal para explicar en Europa qué era ser jesuita, (Diccionario histórico de la Compañía de Jesús).