Banco Mundial: la recesión en las puertas de los hogares

La economía mundial antes y después de la guerra: Dos visiones del Banco Mundial: Una, antes de la guerra entre Rusia y Ucrania y otra, después de la Guerra: citamos:

“CIUDAD DE WASHINGTON, 11 de enero de 2022. Tras el fuerte repunte registrado en 2021, la economía mundial está entrando en una pronunciada desaceleración en medio de las nuevas amenazas derivadas de las variantes de la Covid-19 y el aumento de la inflación, la deuda y la desigualdad de ingresos, lo que podría poner en peligro la recuperación de las economías emergentes y en desarrollo, según el Banco Mundial. Se espera que el crecimiento mundial se desacelere notablemente, del 5,5 % en 2021 al 4,1 % en 2022 y al 3,2 % en 2023, a medida que la demanda reprimida se disipe y vaya disminuyendo el nivel de apoyo fiscal y monetario en todo el mundo”.

“CIUDAD DE WASHINGTON, 7 de junio de 2022. Como agravante de los daños provocados por la pandemia de Covid-19, la invasión rusa a Ucrania ha exacerbado la desaceleración de la economía mundial, que está entrando en lo que podría convertirse en un período prolongado de escaso crecimiento y elevada inflación, según el último informe del Banco Mundial. Este contexto aumenta el riesgo de estanflación, con consecuencias potencialmente perjudicial para las economías. Se prevé que el crecimiento mundial se contraiga nuevamente de 4.1% en el 2022 a 2.9%”

Lo que queremos destacar es que en el mes de enero del 2022 y sin haberse iniciado la guerra Rusia-Ucrania, las perspectivas de la economía mundial mostraban signos de desaceleración con el repunte del Covid-19 y sus efectos colaterales, por lo que las perspectivas de crecimiento mundial bajaron del 5.1% en el 2021 al 4.1% para el 2022.

En junio del 2022 y ya la guerra en pleno apogeo con un Covid-19 en continuo aumento, el BM revisa de nuevo las cifras y ahora prevé que el crecimiento mundial en el 2022 bajará 2.9%.

Con los aumentos de tasas de interés y su impacto negativo en el crecimiento económico es posible que esta cifra caiga al 2.5% o menos antes de septiembre 2022. O sea, estamos definitivamente entrando a una recesión económica mundial con el peligro de un alto desempleo (estanflación)

A pesar de nuestra fortaleza macroeconómica, el gobierno, las empresas, los consumidores y el sistema financiero deben prepararse para un escenario muy complicado.