CONTANDO LOS HECHOS

Ivonne Haza y el colegio Luis Muñoz Rivera

Era el inicio del año 1957, cuando vi un anuncio en el periódico El Caribe, en el que se soli­citaba los servicios de un profesor de inglés, hice la solicitud y conseguí la posición. Al comenzar mi trabajo, en poco tiempo pude identificar tres jo­yas en el colegio; una era la codirectora, Elvira de Rodríguez, comúnmen­te llamada Mrs. Rodrí­guez, quien era el alma del colegio. El director actual es su hijo, Rofi Ro­dríguez. Otra joya era el profesor Ramón Rafael Casado Soler, quien era el compositor de la popu­lar canción dominicana, Celebro Tu Cumpleaños. El profesor Casado So­ler, a la vez se distinguía por propiciar y sustentar la tesis de que no era ne­cesario que el país utili­zara siempre su nombre legal completo de Repú­blica Dominicana y que como otros tantos países se identificaban con una forma más simple, en este caso como: Dominicana. Ese planteamiento llamó mucho mi atención pues­to que el nombre oficial de Cuba es República de Cuba, pero nadie dice voy a viajar a la República de Cuba, simplemente di­cen: Voy a Cuba.

La tercera joya era Ivonne Haza, tenía 18 años, recién graduada de bachiller. Era linda y ta­lentosa, además de un temperamento suma­mente amable y agrada­ble. Ya era profesora de lengua española si mal no recuerdo. Yo tenía 21 años, aunque parecía te­ner menos. Recuerdo que Ivonne era la mano dere­cha de Mrs. Rodríguez para la celebración de las asambleas artísticas que le tocaba a los profesores organizar con su alum­nado y que se montaban cada dos semanas. Como en esa época yo realiza­ba el programa de músi­ca norteamericana; Your Hit Parede, cada domin­go por la HIZ, cuando me tocó mi turno de organi­zar la asamblea Ivonne me dijo: Ellis, porque no organizamos una repre­sentación de Your Hit Pa­rade usando la música de tu programa. Me pare­ció brillante la idea y nos dispusimos a organizar­la. Escogimos la canción Wake Up Little Sussie. El corpulento alumno Vir­gilio Oviedo Trujillo se ofreció para hacer de la pequeña Sussie, le pusi­mos un pañal y lo insta­lamos en una gran cuna, con la música de fondo para que el produjera sus movimientos de baile. Era para morirse de la ri­sa. Siempre se recordaba como una de las asam­bleas más divertidas en el colegio. Ivonne y yo, colegas y jóvenes profe­sores desarrollamos una magnifica amistad que se prolongó en el tiempo. Fue un gran honor cono­cerla y tratarla. Mis con­dolencias al Ministro Ito Bisonó y familia. Descan­se en paz.

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