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IDEANDO

Indelicadeza laboral

Me parece humillante, denigrante y ofensivo que en un parador de la autopista Duarte, en horarios de alto tránsito de personas, sean mujeres las que aseen los baños de hombres.

Me parece una degradación indignante que mientras los hombres realizan sus necesidades en esos lugares, tengan en sus espaldas a una señora que suapea su dignidad y decoro por necesidad y ante el asombro masculino.

Estamos seguros que los dueños de esos establecimientos jamás pondrían un familiar suyo a realizar esa faena en condiciones similares porque saben que esa tarea las expone a burlas machistas y a deshonras silenciosas.

El solo hecho de que ellas estén ahí, frente a frente a su vergüenza, en un espacio atiborrado de hombres de toda formación y principios, constituye un atropello que lastima su sensibilidad y sus pruritos de honra.

¿No sería más prudente y hasta inteligente asignarle estos oficios a hombres a los cuales su igualdad de género no le provocaría ningún tipo de apuro?

Nos parece una indelicadeza laboral de los patronos asignar estas tareas a mujeres. La impresión que produjo en mí esa escena, posiblemente llena de vergüenza a esas trabajadoras que con su silencio expresan su queja.

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