SONDEO
Roberto: verdad cruda(¿)
Tenía que ser un Roberto Santana, por demás ocoeño, para decir lo que dijo recientemente- con toda crudeza y la debida responsabilidad-sobre los viejos y graves males de hacinamiento extremo, corrupción y todo tipo de negocios que siguen como el primer guandul en el sistema penitenciario del pais, llegando a nivel de cáncer terminal en la cárcel de La Victoria. Allí, penoso y el peor referente, todo se puede y todo se hace en términos negativos, sin que a casi dos años del gobierno del” cambio” y del Ministerio Publico “independiente” se haya podido hacer algo para irle dando un giro positivo y frenar la vergonzosa realidad. Y no se resuelve, porque al igual que tráfico de indocumentados por la frontera con Haití, es un problema sistémico, que mueve demasiados intereses; tan grandes, que terminan dañando o envolviendo a servidores inicialmente buenos ,y tragándose ,generalmente, las buenas intenciones o los esfuerzos serios de fortalecimiento institucional que pudiera tener coyunturalmente un funcionario de alto nivel, como seria el caso de la procuradora Miriam German, y hasta un jefe de gobierno, como seria el caso del presidente Luis Abinader. Los vicios y males diversos son tan viejos y grandes, que siguen y pasan por encima de ellos, y a pesar de ellos y los deseos de corregirlos. Roberto, como pocos en el pais, conoce el monstruo por dentro, y siendo asesor honorifico del Ejecutivo y de Procuraduría, y habiendo advertido sobre el problema y hasta hecho las recomendaciones que otros países han acogido, debe ser oído, sin interpretar su queja-advertencia como un “ruido” o una “confrontación” con alguien. Por responsabilidad y deber, sencillamente dijo lo que ve, lo que sabe y le preocupa, y punto. Con ello le ofreció un servicio pais, y al gobierno, para que le meta los mochos al tema, sin medir consecuencias, que sabemos le importan poco. Es verdad de todo el tamaño, La Victoria no está cerrada - además de que Procuraduría tiene mucha cosa y muchos expedientes gordos por delante - porque se acabaría el negocio actual, y de muy viejo, para mucha gente. Como que la nueva cárcel- para que, en vez de victoria, se vea como derrota- no se ha abierto por razones políticas. Si se hizo mal, si se botó y cogió mucho dinero del Estado, y se abusó, de todos modos, ya la construcción está ahí y lo que procede es ir ocupando lo que esté terminado con el traslado de reclusos amontonados en el viejo local, en lo que se audita hasta “la última varilla” de la millonaria obra. No debe darse pie -sería torpe e irresponsable - a que la obra se deteriore, sin que nadie la “estrene” (¿).