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TRIBUNA DEL ATLÁNTICO

De chichiguas, culebras e historias sin fin

“Como decíamos ayer”, y es que el ayer tiene una larga cama, a me­dio camino en­tre los pesimistas de José Ramon López y los que tie­nen una visión más optimis­ta de la realidad nacional el país avanza en todos estos años, post Trujillo. Enton­ces vienen los pesimistas y nos dan un jalón y dos. Ha­ce unos días era la Policía con una serie de muertes en cuarteles, la semana pasada ha sido el sistema eléctrico nacional empeñado en re­cordarnos la fragilidad de nuestros avances. Justo en una semana en que el ca­lor hacia picos, el país ente­ro recordó la emoción que producen los arbolitos que prenden y apagan y nuestro espíritu levantisco hizo za­fra en la quema de neumáti­cos, aquí y allá.

Porque no son estos tiem­pos, los de nuestra niñez, cuando el apagón era es­pacio para contar historias, a la luz de la vela en la ca­sa propia o en la del vecino. Ahora somos eléctricos, de­pendemos de los aparatos.

Y es es una larga historia desde cuando con candidez don Julio Sauri, considera­do un hombre serio, tuvo la feliz o infeliz idea de atri­buir al vuelo de las chichi­guas que se enredan en los cables los odiosos apago­nes, allá por los setenta.

Desde entonces hemos escuchado de todo, la ro­tunda afirmación de don Temístocles Montas de pe­dirle al entonces presiden­te Balaguer a que les dejara resolver el problema ener­gético, que en 6 meses esta­ría resuelto, mismo que es­tuvo en la CDEEE por año y medio y como secretario y ministro 14 años. Pero no es el único al que, ya lo di­ce la Biblia, la lengua le ha sido castigo del cuerpo, el gerente general de Edes­ur Milton Morrison ha sido puesto de frente con sus pa­labras al decir que los apa­gones no son culpa de las Edes, sino de la salida de las generadoras, cuando al frente de la Asociación Do­minicana de la Industria Eléctrica (ADIE), decía to­do lo contrario que los apa­gones eran responsabilidad de las distribuidoras. El mas zarandeado ha sido, sin em­bargo, el gerente de Ede­norte Andrés Cueto, con un video de un incendio en una subestación de Puer­to Plata en 2020, atribuida entonces a una culebra, que se ha difundido como si fue­ra actual, viniendo de quien afirmara olímpicamente que aquí no había apagones y que, si los había en China, In­glaterra etc. casi todos lo cre­yeron. Pero ya al entrar esta semana se va haciendo la luz y no solo por la mejoría en el servicio, sino porque con un artículo de Jaime Aristy Escu­der en el Listín, este apunta a la causa real, una avería en la unidad 1 de Punta Catali­na y la salida programada de AES Andrés. La de Catalina atribuida por Escuder a una mala operación del equipo técnico, a lo que ha replicado Celso Marranzini indicando que la avería ha sido “por lo que ellos no hicieron”. O sea, la salida no programada de Catalina por culpas nuevas o viejas es la causa del proble­ma. Ya antes desde el gobier­no atribuyeron el problema a la anterior gestión del gobier­no. Difícil de tragar para la población luego de casi dos años de la actual gestión. En fin, 50 años después en­tre chichiguas y culebras se reparten las culpas de la de­mostrada ineficiencia, que lucha por mantenernos en el Macondo de nuestros atrasos.

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