PEREGRINANDO A CAMPO TRAVIESA
Francisco de Borja, candidato a cardenal
Carlos V y Francisco de Borja era viejos amigos, Ya en 1534, bajo el maestro, Alonso de Santacruz, por seis meses estudiaron Matemáticas, Historia y Cosmografía. Juntos discutían, disfrutaban de la música, los caballos y la caza con halcones. Borja llegó a componer varias piezas religiosas.
Antes de 1548, Felipe II tramaba nombrar a Borja mayordomo mayor suyo, por eso Ignacio se apuró para que profesase como jesuita el 1 de febrero. En vida de Paulo III († 10 de noviembre1549), Borja no se atrevía viajar a Roma pues temía que el papa le nombrase cardenal.
Cuando Carlos V le sometió al papa Julio III cuatro candidatos españoles al cardenalato, ¡el primero en la lista era Borja! Ignacio de Loyola padeció: las Constituciones de la Compañía prohibían aceptar el nombramiento de cardenal y cualquier otra dignidad. Ignacio se movió para que el papa no nombrase a Borja. Luego, sentía temores internos, “¿qué se yo lo que Dios nuestro Señor quiere hacer?” Oscilaba de una postura a la otra, luego de mucha oración, se sintió con un juicio “tan pleno y con una voluntad tan suave y tan libre para estorbar lo que en mí fuese, delante del papa y cardenales” y esto lo veía tan claro, que lo contrario sería actuar contra la voluntad de Dios. Ignacio pensaba que si Borja aceptada ser cardenal quedaría en nada su renuncia a la nobleza. Ignacio persuadió a Julio III: ofrézcale el capelo, pero no le obligue a aceptarlo. Así, usted queda bien con el Emperador y los Cardenales y no afligirá a Borja. Julio III desistió. Ignacio estaba seguro de la negativa de Borja. Todavía cerca de 1556, Ignacio se entera que Felipe II espera lograr que Julio III le imponga por obediencia a Borja ser cardenal. Borja usó los buenos oficios de Juana de Austria, jesuita “in pectore”, para disuadir a su hermano.
Luego de 1556, unos escritos de Borja aparecieron en la lista de los libros prohibidos por la inquisición española. Un atrevido había reunido en un mismo volumen escritos de Borja con otros de doctrina dudosa. La inquisición sopesó apresar a Borja que cruzó a Portugal. El segundo General jesuita, Laínez consiguió que el papa Pío IV convocara a Borja. En Roma sería electo sucesor de Laínez (1565).