CARDIOLOGÍA PARA TODOS
Cocaína y corazón
La cocaína que se vende habitualmente en las calles es en forma de un polvo blanco fino y cristalino. En ocasiones mezclada con otras sustancias como anestésicos locales, almidón de maíz, quinina o azúcar, dando lugar a un aumento de su toxicidad.
Al ser ingerida la cocaína viaja a través de todo el cuerpo, por lo cual sus manifestaciones pueden sentirse en todo el organismo. Algunos consumidores de cocaína describen sentir más energía, con sensación de supremacía, excitación, irritabilidad y paranoia.
Los efectos de la cocaína comienzan apenas unos segundos después de su consumo y con una duración del efecto entre 5 y 90 minutos. La cocaína no solo perjudica al corazón de las personas que llevan mucho tiempo consumiéndola, sino también puede acarrear grandes consecuencias para quienes la consumen de manera ocasional.
El vicio es un error de cálculo en busca de la felicidad.
Son cada vez mas frecuentes que individuos jóvenes sin antecedentes cardiológicos de ningún tipo que llegan a consulta o emergencia con cuadro caracterizado por dificultad para respirar, fatiga y dolor de pecho. Cuando realizamos una radiografía de tórax, se comprueba aumento del tamaño del corazón (cardiomegalia) y congestión de los pulmones. Si realizamos un ecocardiograma se evidencia una dilatación de corazón (ventrículo izquierdo) y una alteración de la función contráctil del corazón (función de bomba).
En cuanto al mecanismo patofisiológico se sabe que esta sustancia disminuye la irrigación cardiaca y estimula al sistema nervioso simpático, lo que ocasiona aumento de la presión arterial y la frecuencia cardiaca.
El aumento de la presión arterial y la aparición de arritmias cardiacas son otros hechos distintivos de los efectos cardiovasculares de la cocaína.
El abuso simultaneo de cocaína y alcohol afecta a 12 millones de personas anualmente. El cocaetileno es un metabolito de la cocaína solo formado en la presencia de etanol (alcohol) siendo este más toxico que cualquier otra sustancia sobre el corazón produciendo depresión miocárdica severa y arritmogenia.
Por otro lado, según varias investigaciones medicas, el riesgo de experimentar un infarto al miocardio es 24 veces mayor durante los 60 minutos que siguen el consumo de esta droga.
La combinación del uso de la cocaína con el cigarrillo tiene efectos adictivos en la vasoconstricción coronaria y un aumento marcado de la presión arterial y de la frecuencia cardiaca.