Chiperías y lavanderías

En sucesivos operativos el Ministerio Público con la asistencia de agencias norteamericanas y locales ha desarticulado dos entramados dedicados a delitos muy actuales pero que no dejan de sorprender por su alcance e implicaciones.

En la Operación Discovery fue desmantelada una red que habría defraudado a ciudadanos norteamericanos con más de 100 millones de dólares, a través de la extorsión, clonación de tarjetas y otros delitos.

Mientras que con la Operación FM fue desmantelada una red de lavado de activos relacionada con la incautación de 4 millones de dólares en un muelle dominicano, ocupando más de un millón de dólares en los allanamientos que dieron al traste con la detención de 7 personas.

Con estas operaciones salen a la luz diferentes cuestiones que es preciso analizar, comenzando por el término chipero, que hace referencia a la forma de llamar a quienes se dedican a clonar tarjetas, en las que básicamente se roba la información contenida en el chip, el circuito integrado que almacena los datos del usuario. De ahí lo de chipero, pero esta operación, habría que decir, es de “mega chiperos” por su magnitud y alcance.

Igualmente, destacable es el hecho de que varios de los integrantes de esta red hacían demostraciones de ostentación en las redes sociales con altas sumas de dinero y a los mismos le fueron incautados todo un parque automotriz de alta gama y grandes sumas de dinero.

Las imágenes que recogen los medios de los integrantes de esta red al acudir a los tribunales, llama la atención porque los mismos no parecen estar para nada afectados por su situación, como si fuera parte del espectáculo.

En la red desmantelada en la Operación FM es destacable el uso de empresas de transporte de mercancías desde los Estados Unidos, para el traslado de enormes sumas de dinero en bocinas, piezas de vehículos, televisores y otros artículos.

La vinculación en estas acciones de dirigentes políticos importantes, una exdiputada y un exfuncionario del PLD y un dirigente y esposo de una diputada del PRM, resaltando los vínculos de estas redes criminales con las estructuras políticas del país, como implicados o testaferros.

El alcance de estas modalidades del delito en la sociedad dominicana “horripila y mete miedo de verdad”. Basta observar las sucesivas incautaciones de millones de dólares en los muelles dominicanos, producto de actividades ilícitas, en este caso con una investigación que ha permitido concluir en arrestos, pero en no pocos casos con incautaciones que han quedado en el limbo, como uno en Puerto Plata allá por el 2015, más de 1 millón 300 mil dólares, dentro de televisores, que durmió para siempre el sueño de los justos.

Si saludable es la determinación de las autoridades de perseguir estas redes criminales, no es menos preocupante el alcance y ramificación de las mismas, su impacto en todos los niveles de la sociedad y más aún, el daño que causa en nuestra juventud el efecto demostración de la bonanza de estos grupos.

Las chiperias y lavanderías pululan en nuestro territorio, la determinación del Ministerio Público y las autoridades es un saludable indicio de que se procura combatir con determinación estas modalidades del delito.