Santo Domingo 21°C/21°C clear sky

Suscribete

La UASD: Elecciones, democracia y gobierno

Avatar del Listín Diario
José Miguel Vásquez GarcíaSanto Domingo

Antes de la apertura de la campaña electoral en la Universidad Autónoma de Santo Domingo había propuesto la necesidad de elevar los niveles de la competencia interna con la implementación de nuevos elementos que contribuyan a fortalecer la confianza y credibilidad de las propuestas de los candidatos y el candado a la aceptación de los resultados, empezando por establecer debates entre todos los candidatos.

Mi inquietud tiene su origen, en el hecho de que estamos en un escenario similar a la realidad que se presenta en los procesos nacionales, con los mismos actores, las mismas emociones, los mismos métodos y el mismo activismo, pero con la diferencia de que en la UASD debe preservarse la transparencia y la legitimidad, por ser nuestra más alta casa de estudios superiores, de donde sale la crema del pensamiento político y la madurez del razonamiento que sirve de modelo a toda la sociedad dominicana.

La realidad interna de la UASD es el reflejo de la realidad nacional, no hay forma de evitar las comparaciones y los símiles. En las elecciones nacionales pasada se produjo la polarización de dos fuerzas que se jugaron el poder político, con características parecidas a las que se presentan en el campus universitario.

El sector de Editrudis viene mostrando una histórica fortaleza desde la campaña del 2018, con una estructura que se manejó durante los últimos tres años sin rivales conocidos, con la percepción de que era incompatible, con una franca seguridad triunfalista. Por el otro lado, aparece otro movimiento encabezado por Asjana con una estructura menos populista, que empieza su proyecto con alta valoración, pero con muy poca perspectiva de triunfo.

Editrudis alcanzó muy altos niveles de popularidad al correr solo en el trayecto, pero al fortalecerse su rival, disminuyen sus fuerzas. A partir de ahí, empieza a distribuirse la carga, donde un Asjana empieza un trayecto ascendente, mientras Editrudis va en descenso, lo que lo convierte en vulnerable.

El equipo de Editrudis debe agotar todos los recursos posibles para detener esa trayectoria de declive y procurar restablecer la imagen de triunfo que tenía al principio de este proyecto, con la utilización de estrategias en el orden de la publicidad y un mejor discurso programático, esforzándose por mantener la percepción de triunfo en una primera vuelta. Por su lado, el equipo de Asjana tiene que continuar con su trabajo soterrado de crecimiento, pero, además, tiene que mostrar músculos, romper con la imagen de debilidad a través de un discurso más proactivo, más dinámico y triunfalista.

Dentro de las fortalezas de Editrudis, encontramos una figura combativa, incansable, competidora, aguerrido, con un equipo de campaña efectivo, cuadro de estrategia muy bien definido. Por su lado tenemos a un Asjana meticuloso en cada paso, con metas puntuales, sin confrontaciones, selectivo en su propaganda, definido en la construcción de nichos de votos por facultad, dando muestra de crecimiento sostenido y progresivo.

Uno de los pilares que Editrudis exhibe como fortaleza, es la percepción de ser un candidato del gobierno, lo que hasta cierto punto se convierte en una debilidad, más aún, cuando reconocidos dirigentes del partido de gobierno se mantienen en bajo perfil y otros manifiestan apoyo por su adversario.

Dentro de la fortaleza de Asjana está la percepción de ser un proyecto muy ligado a la rectoría actual, el beneficio radicaría en exhibir las ventajas, escenario que lo convierte en sucesor de lo bueno y lo malo, lo que podría revertirse en debilidad. Por otro lado, la cercanía de la rectora con las actuales autoridades nacionales, lo arrastran al obligado manejo de política abierta, con pocas posibilidades de amarres con otras fuerzas externas.

Las diferencias entre ambos contendientes radican, en el manejo de la estrategia comunicacional que proyectan, un Editrudis con una campaña donde el emisor, es su equipo de trabajo, en el caso Asjana, el emisor es su propia persona, lo que podría verse como simples modalidades de estrategias, capitalizadas a conveniencia por ambas partes. Editrudis, enarbola la bandera de tener un trabajo de equipo sin necesidad de exponer al candidato, evasivo a la confrontación pública y al debate; por el lado, Asjana proyecta como estandarte, su propia imagen, la figura de candidato seguro, capaz de sostener discursos propios, con disposición a debatir y aceptar los retos.

Para llegar al receptor, han mostrado dos canales diferentes, Editrudis concentrado en la campaña masiva e individual. Por su lado Asjana, en una labor de concentración por nicho de poder de votantes, distribuidos por facultad y centros, coincidiendo ambos en el acercamiento individual. Ambos se empeñan por demostrar que sus ofertas son superiores y viables. Lo que está en juego es la efectividad del mercadeo de sus potencialidades, credibilidades y transparencias.

Editrudis ha desarrollado el esquema mixto, captar a los votantes a través de mensajes permanentes por medios masivos e individuales, con detalles y saludos personalizados, bajo la argumentación de la experticia de buen administrador; por el lado de Asjana ha desarrollado una campaña clasificada por concentración de especialidades, cimentada en la venta de la figura del candidato en base a la profesionalidad, a la experiencia, con la percepción de credibilidad e independencia.

Siendo esto así, consideramos necesario blindar de seguridad los comicios electorales, por las características descritas anteriormente. El preludio de una polarización y resultados muy cerrados, nos llevan a la reflexión de que la Comisión Electoral con el consenso de las autoridades y los candidatos, deben procurar tomar todas las medidas que fortalezcan el proceso y que eviten el desconocimiento de resultados, a través de acuerdos y de la búsqueda de apoyo logístico de la Junta Central Electoral y de otras instituciones que tienen experiencia en la materia.

Me voy más lejos, creo que la implementación del voto automatizado seria la opción más conveniente para la pureza y eficacia del presente proceso electoral. Con el uso de esta tecnología, asumiríamos nuestro rol de vanguardia en los avances y retos que estamos obligados a contraer, frente a familia universitaria y al pueblo dominicano que espera lo mejor de nosotros.

El autor es profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo

Tags relacionados