La soledad

Necesitamos tiempos de estar solos, ya sea para meditar, re­flexionar o sopesar la vida. Pe­ro se puede decir que nunca estamos solos. Sí, así es. Nun­ca estamos solos porque Dios está siempre con nosotros.

Necesitamos siempre la compañía de los otros. Cuando a las personas les falta la compañía de la familia, les falta algo. La so­ledad no puede entrar ahí. Aunque no es­tén cerca se necesitan, hasta una llamada es importante.

Hay muchos que dicen que no necesitan a nadie. Sí, necesitan. La soledad humana no forma parte de la vida, la amistad y la compa­ñía son necesarias. Por eso hablemos de sole­dad como un tiempo que necesitamos para encontrarnos con nosotros mismos, el silen­cio en este sentido también se traduce en so­ledad.