FIGURAS DE ESTE MUNDO
‘En ti tengo complacencia’
Juan el Bautista vio cómo la gente acudía a él para bautizarse y confesar sus pecados. Llamaba a los judíos a sumergirse en el río Jordán como expresión de arrepentimiento, anunciaba la cercanía del reino de los cielos y predecía la inminente venida del Mesías, es decir, de Aquel que bautizaría “en Espíritu Santo y fuego”.
A este propósito, y solo a él, dedicó el Bautista su breve vida y energías. Puso de manifiesto tres tipos de bautismo: en agua para arrepentimiento, un simbolismo de limpieza y purificación; en Espíritu Santo, porque todo aquel que cree en Cristo es bautizado espiritualmente, y fuego, una representación de juicio contra los no arrepentidos. Tras creer inapropiado bautizar al inmaculado Cordero de Dios, Juan cedió y lo hizo, ante el argumento del Mesías: “Hazlo así por ahora, pues debemos cumplir con lo que Dios manda”. Cuando Jesús salió del agua, y mientras oraba, el cielo se abrió y el Espíritu Santo bajaba sobre Él en forma de paloma.