EN LA DIANA
Restricción monetaria y TPM
Los contenidos de las últimas siete entregas han girado en torno a tres planteamientos fundamentales. El primero postulaba que ya en el mes de octubre era necesario el retiro total de la posición expansiva de la política monetaria, pues en ese momento los efectos acumulados, más los rezagados, completarían la tarea de alcanzar la recuperación. Aunque ya se había iniciado el retiro gradual de las facilidades de préstamos y de liquidez, fue al final de noviembre cuando se hizo el primer aumento de 50 puntos básicos a la Tasa de Política Monetaria (TPM). Ante la evidencia de una cuasipermanencia del choque inflacionario, se planteaba la existencia de un alto riesgo de un aumento y un anclaje de las expectativas devaluatorias e inflacionarias. La mejoría en la situación fiscal que permitió la recuperación no fue, ni es suficiente, para compensar el fuerte crecimiento de la deuda publica. El aumento del costo del refinanciamiento de una deuda fiscal y cuasi fiscal en permanente crecimiento, sin un plan factible para revertir tal situación, era, y es, el núcleo central del asunto planteado.
Segundo Tiro El segundo planteamiento postulaba (postula) que para mitigar el riesgo del fuerte endeudamiento público, así como para reducir y anclar las expectativas inflacionarias y devaluatorias, se requería (requiere) de un significativo aumento de la TPM. En diciembre el Banco Central reaccionó aumentando 100 puntos básicos a su TPM, con lo que esta variable retornó a su nivel pre pandémico, y se completó el retiro total de la posición expansiva de la política monetaria. La pregunta es si dicho aumento es lo suficientemente alto para compensar el riesgo fiscal y mantener la demanda de títulos de deuda pública, y lo suficientemente bajo para alcanzar el crecimiento proyectado del 5.5%. El retiro de liquidez en lo que va de enero excede en RD$ 79,334.7 millones a los vencimientos de dicho mes. Es posible que esta alta restriccion monetaria logre anclar el tipo de cambio y mantener intactas las reservas internacionas, pero la institucion monetaria tuvo que aceptar una demanda de rendimiento de 400 puntos basicos adicionales como prima de riesgo o costo cuasifiscal de compensar las expectativas devaluatorias e inflacionarias.
Tercer Tiro Mitigar el riesgo fiscal y cuasifiscal, o seguir creciendo por encima del nivel potencial, he ahí el problema del tercer planteamiento. El intercambio es obligatorio, y pagar su costo también, pues nada es gratis. En el mes de diciembre el tipo de cambio aumentó en 1.13%, y el nuevo aumento de la TPM producirá otra disminución en el precio de los títulos de la deuda pública, uno de los principales activos de los intermediarios financieros, de los fondos de pensiones y de inversión. La nueva ola de la propagación pandémica podría deteriorar aún más las condiciones externas, imponiendo nuevas alzas en las tasas de interés y en el tipo de cambio. Pero la solvencia fiscal siempre es, y será, un asunto de carácter interno, lo cual siempre conduce al nivel de superávit primario necesario para colocar la deuda pública total consolidada en una senda de estabilidad a mediano plazo, y en una descendente en el largo plazo, y mientras los mercados no lo vean en su horizonte, el Fantasma de los riesgos siempre aparecerá.