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Publicista o publicitario

En nuestro país, a todas las perso­nas que trabajan en una agencia de publicidad, les llaman publicista. No importa cuál sea su labor, siempre reci­be ese calificativo.

De hecho, cuando nos lla­man publicista o publicitario, nos damos por aludidos y res­pondemos igual.

Sin embargo, en algunos países, los profesionales de la publicidad prefieren que les llamen publicitarios y no pu­blicistas.

Esto así, porque entienden que el término publicitario tie­ne mayor cercanía a lo que ha­cen dentro de una agencia de publicidad.

Para Bill Bernbach, conside­rado como el hombre que re­volucionó la publicidad y pa­ra muchos el más importante publicitario del siglo XX, para él, publicitario es aquel que vi­ve de la publicidad y es el nom­bre que se le pone a las perso­nas que se dedican a moldear la opinión pública.

En el caso del publicista, el término puede aludir a un guionista, un periodista y has­ta a un novelista, profesionales que limitan su accionar a con­tar, a relatar acerca de lo que ocurre en la realidad.

En la antigüedad, hasta los expertos en leyes solía llamár­seles publicistas. Por su condi­ción de persona que hablaba al público.

Dice Marcal Moliné, un publicitario español con grandes méritos, un maes­tro del oficio, que “los pu­blicitarios nos hemos llama­do siempre publicitarios. Sin embargo, en algunos círcu­los, especialmente periodís­ticos, nos denominan a veces publicistas, quizás empuja­dos por un espíritu cosmo­polita (en algunos países de hispoanoamérica se emplea este término).

También se­ñala que puede ser “ reflejo del afecto adquirido en al­gunas universidades (donde estudiantes de periodismo y de publicidad comparten las aulas y parte de las asignatu­ras, en una misma facultad).

Esta segunda explicación, sin ir más lejos, se justificaría por el hecho de que al decir en España «publicista» pue­de entenderse por igual que se trata de un periodista o a un publicitario, ya que el pu­blicista es, diccionario de la Real Academia en ma­no, una «persona que escri­be para el público, general­mente de varias materias»; en tanto que el publicitario es el publicista que ejerce la publicidad”.

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