FUNDACIÓN SALESIANA DON BOSCO
La amenaza por la violencia
La violencia es una realidad que está presente en todos los estratos sociales: asociaciones, grupos políticos, sindicatos, ambiente laboral, familia, e incluso, en los grupos religiosos. A ella no escapa nada ni nadie porque es un componente que se consume en el sistema familiar de origen. Es penoso leer y escuchar titulares que testifican las consecuencias de este flagelo en la convivencia humana.
En diciembre de 2019, la profesora e investigadora de INTEC, Berenice Pacheco-Salazar, presentó los resultados de un estudio crítico de la situación de la violencia en las escuelas, un documento digno de hacerlo objeto de análisis por parte de los padres y docentes. Dice ella: “los niveles de violencia que se viven en las escuelas de República Dominicana ponen en riesgo la calidad de la educación que reciben los niños, las niñas y los adolescentes, así como la convivencia entre estudiantes y docentes, pues sus manifestaciones están recubiertas por una alta tolerancia cultural”.
Lo señalado por la investigadora es una realidad que exige del compromiso de todas las instituciones nacionales para combatirla. El gobierno, las iglesias, las asociaciones, los empresarios, la escuela, las asociaciones de padres y madres de la escuela han de asumir el protagonismo para ir en ayuda de la familia. Una de las responsabilidades de todo gobernante es asegurar la paz, la buena convivencia y la calidad de la educación del pueblo.
Toda escuela ha de contar con un departamento de prevención de la violencia, constituido por psicólogos, trabajadores sociales y médicos. En los barrios urge la creación de centros de prevención de la violencia. Tales instancias podrían ser lideradas por el Ministerio de la Familia en alianza con el Poder Judicial y las iglesias.
Como parte de la prevención de la violencia es fundamental la alfabetización emocional de todos los integrantes de la sociedad: los educandos, los docentes, de los padres y el pueblo en general. Cuando una persona sabe identificar sus emociones puede también desarrollar la capacidad para controlarlas y evitar daños a terceros. El manejo adecuado de las emociones y de los sentimientos es un indicador de que se posee inteligencia emocional. Hay que educar y entrenar para hacer uso de la mediación en las relaciones humanas. Diera la impresión de que un alto porcentaje de ciudadanos acude a la violencia como el único recurso para ventilar diferencias.
No es suficiente limitarse a lamentar los efectos desastrosos que está originando la violencia en nuestra sociedad, se necesitan acciones concretas para prevenirla, remediarla y ayudar a formar ciudadanos con una mentalidad de compromiso hacia la paz, las buenas relaciones y la mediación