Opinión

EMPEZÓ HAINA A MOLER

La higiene mental en el ámbito laboral

Aliany ConcepciónSanto Domingo

La higiene es la parte de la medicina que tiene por objeto la conservación de la salud y la prevención de enfermedades, ésta puede ser individual, de cuya aplicación cuida el individuo, o pública, en cuya aplicación interviene la autoridad, prescribiendo reglas preventivas. En referente a lo mental, es aquello perteneciente o relativo a la mente. Según la Real Academia Española.

Si hacemos una unificación de ambas palabras y la contextualizamos, hablamos de la higiene mental, un concepto promovido por el psiquiatra estadounidense Clifford Whittingham Beers, en el 1909, refiriéndose a éste como un conjunto de hábitos que permiten a una persona gozar de salud mental y estar en armonía con su entorno sociocultural.

Las conductas que abarca tienen como objetivo prevenir comportamientos negativos, aportar estabilidad emocional e incrementar la calidad de vida.

Estamos iniciando un nuevo año, con muchos cambios en todos los sentidos y, por supuesto, con aquello que nos da de comer y nos permite por lo menos cubrir nuestras necesidades básicas, el trabajo, éste en plena trasformación, con aumento de redes profesionales, nuevas oportunidades, innovación, globalización, teletrabajo y una avalancha digital, que nos puede incluso generar conductas adictivas a las nuevas tecnologías.

Son parte fundamental de esta nueva era laboral, que ajustada a las exigencias económicas empresariales traen consigo mayores requerimientos en general para todas y todos con múltiples consecuencias; por ejemplo, aumento del estrés, la ansiedad, el uso nocivo del alcohol u otras sustancias, el absentismo, entre otros aspectos que repercuten directamente en la productividad y rendimiento laboral, tanto individual como a las ganancias o pérdidas de las empresas, es decir, el sistema al completo pierde.

Es por ello tan fundamental el compromiso empresarial, estatal e individual de prestar atención a nuestra salud mental, implementando protocolos de apoyo y acompañamiento a la más grande fuente de recursos, la mente humana.

Así lo afirma la Organización de las Naciones Unidas en un informe a través del cual analiza y pone de manifiesto el rol de los servicios de salud mental como parte esencial de todas las respuestas gubernamentales al COVID-19, recogiendo una serie de recomendaciones dirigidas a los legisladores políticos. Tal y como señala el informe, la buena salud mental es fundamental para la respuesta de cada país y la recuperación de COVID-19.

En la prevención está la clave. El grave impacto que estamos viviendo por la pandemia del nuevo coronavirus amerita un compromiso y que se respete el derecho a la salud sin discriminación.

Ahora mismo la asistencia sanitaria, específicamente en la salud mental, es urgente. Es una prioridad que todos los países deben asumir, comprometerse y velar por el bienestar común. No debe seguir siendo una de las áreas más olvidadas a nivel sanitario, ya que sin salud mental no existe la salud.

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